140.000 personas trabajan en zonas industriales con graves carencias de transporte público

La industria se ha ido de los grandes centros de población y se ha instalado en polígonos industriales, pero estos espacios carecen de transporte público adecuado. El 19% de los polígonos tienen un déficit grave de transporte público, lo que significa que la parada de autobús, tren o metro más cercana está a más de 1,5 kilómetros de los centros de trabajo. En total, la situación de déficit grave en la región metropolitana de Barcelona afecta a 16 poblaciones con una treintena de polígonos en los que trabajan 138.907 personas.

Un informe elaborado por las entidades integrantes del Pacto Industrial de la Región Metropolitana de Barcelona pone al descubierto y cuantifica lo que se intuía: trabajar es una condena bíblica, pero ir y volver al trabajo es una pena añadida por la falta de planificación en materia de transporte público. El 19% de los polígonos carecen de un transporte público en condiciones y algunos no tienen ningún tipo de transporte cerca. La superficie de la región metropolitana es de 322.560 hectáreas. El 5% (15.917 hectáreas) está ocupado por polígonos industriales. El resto de las industrias cubren otras 29.049 hectáreas, pero no se hallan agrupadas. El 19% de los polígonos tienen problemas graves de acceso en transporte público.

De los 164 municipios que forman la región metropolitana, 58 tienen zonas industriales con dificultades de acceso, aunque sólo en 16 son muy graves. Las dos comarcas con mayores problemas de accesibilidad son el Alt Penedès y el Maresme. La mejor comunicada, la del Garraf. Hay 16 poblaciones donde esos problemas son especialmente agudos, aunque cada localidad o polígono tiene características específicas. Éstas son algunas:

- Barcelona. La situación más grave se da en la Zona Franca (43.000 trabajadores). Está prevista la llegada del metro, pero las comunicaciones con Barcelona son casi inutilizables. El escaso transporte en autobús es totalmente insuficiente.

- Abrera. Un total de 11.296 trabajadores de tres polígonos industriales (Sant Ermengol, Barcelonès y Can Sucarrat) tienen problemas de accesibilidad. Unos 30.000 empleados (la mayoría proveedores de Seat) esperan contar pronto con tren, aunque no está previsto en el Plan Director de Infraestructuras.

- Cerdanyola. Hay unos 10.000 trabajadores afectados. Los problemas se centran en los polígonos de La Clota (6.500 personas) y Politur (2.800), y en el Parque Tecnológico del Vallès, con una ampliación prevista.

- El Prat. El polígono Pratenc (5.931 empleados) carece de transporte público. Sólo se puede acceder con vehículo privado.

- Gavà. Los 2.000 trabajadores del polígono Camí Ral tienen la parada de transporte más próxima a más de un kilómetro, en la C-245, y los autobuses pasan con frecuencias superiores a la hora.

- L'Hospitalet. Las 11.996 personas que trabajan en el conjunto Gran Via Sud y Pedrosa tienen cerca el transporte público, pero no pueden acceder a él porque está al otro lado de la Gran Via, que actúa como barrera.

- Polinyà. Los polígonos Can Humet y Sudest suman 9.362 trabajadores distribuidos en unas 700 empresas. La población tiene un censo de sólo 5.000 habitantes, lo que multiplica los problemas.

- Rubí. El transporte público a los polígonos industriales (a los que acuden diariamente más de 9.600 trabajadores) es en algunos casos testimonial.

- Sant Esteve Sesrovires. El déficit afecta a 4.600 trabajadores de empresas fabricantes de componentes de automoción vinculadas a Seat.

- Sant Just Desvern. Los 7.398 trabajadores de Pont Reixat y Sudoest disponen de autobuses, pero con horarios y capacidad insuficientes. Lo mismo ocurre en Santa Perpètua de Mogoda (8.000 trabajadores).

- Vilafranca. Los polígonos Domenys I, II y III se encuentran lejos del tren, de la estación de autobuses y de cualquier parada de autobús, sea urbano o interurbano. Otras poblaciones con problemas menores son Granollers, Sabadell y Vilanova i la Geltrú.