Seat deja de producir 2.500 coches al año por los atascos de tráfico

El déficit de transporte público en los polígonos industriales no sólo causa graves perjuicios a los trabajadores. También daña seriamente la competitividad de las empresas. Un ejemplo: la fábrica de Seat en Martorell deja de producir unos 2.500 coches cada año a causa de los atascos de tráfico que padecen sus empleados para llegar a la planta, en el polígono Industrial Barcelonès, según confirmó ayer la propia compañía.

La empresa está negociando con Renfe y Ferrocarrils de la Generalitat la llegada de transporte público a este polígono, hasta el que a diario se desplazan 52.000 trabajadores. Sólo la plantilla de Seat (en torno a 15.000 empleados) dispone de varias líneas de autobuses de empresa. El resto debe apañárselas. Y a falta de transporte público, no hay más remedio que recurrir al vehículo privado y, por lo tanto, perder horas en la carretera, hacer colas interminables y, en el peor de los casos, sufrir accidentes.

Precisamente con el espíritu de cambiar este modelo de movilidad, el sindicato CC OO presentó ayer la Guía de acceso sostenible al puesto de trabajo, pensada como un instrumento que tener en cuenta a la hora de negociar los convenios.

El mensaje de la guía es claro: el modelo actual es insostenible. Los trabajadores pierden, de media, 120 minutos para ir y venir del trabajo cada día. Un tercio de los accidentes laborales mortales se producen al recorrer estos trayectos. Y el coste económico es hasta dos veces superior si se va en coche.

Para remediarlo, la guía ofrece alternativas. Insta a los trabajadores a cambiar sus hábitos de movilidad e inclinarse por el uso del transporte público si está a su alcance. En caso contrario, les propone compartir su coche con compañeros de trabajo -el 80% de los vehículos están ocupados por una sola persona- o apuntarse a la moda del carsharing (alquilar un coche de forma colectiva). También se aconseja la bicicleta o ir a pie si la distancia lo permite.

Las recomendaciones se extienden a las empresas, que, según la guía, deberían disponer de transporte colectivo o subvencionar una parte del coste con el que ahora cargan los trabajadores. "Más que grandes inversiones, necesitamos un cambio en la mentalidad y en la gestión", aseguró el responsable de Movilidad de CC OO, Manel Ferri.