_
_
_
_
NEUROLOGÍA | Mecanismos de la memoria y la navegación espacial

Un experimento muestra cómo funciona el cerebro de los taxistas

Un experimento realizado con voluntarios que recorrían una ciudad virtual en un juego simulador de conductor de taxi ha indicado la forma en que los conductores en general y los taxistas en particular reconocen los elementos de referencia que les ayudan a situarse en cada recorrido y hacen el mapa que les permite dirigirse a su destino. El experimento confirma que el cerebro humano funciona de forma similar al de las ratas cuando se trata de actividades de navegación espacial. Estudios anteriores habían identificado un ritmo creciente en el disparo de ciertas neuronas cuando las ratas atravesaban determinadas regiones de su entorno, que indicaban la existencia de células de lugar, para codificar memorias espaciales, pero los investigadores querían comprobar si los seres humanos disponen también de un código similar de navegación.

El experimento, cuyos resultados se publican en la revista Nature, ha hallado que existe un código neuronal de la navegación espacial humana que se basa en células que responden a determinados lugares en un contexto espacial y otras que responden a la visión de elementos que el cerebro identifica como de referencia en su mapa interno, explican los científicos de las universidades estadounidenses de Brandeis y California y de la Universidad de Tel Aviv.

El primer tipo de células se encuentra en el hipocampo, región relacionada con la formación de la memoria, y el segundo en la región llamada del parahipocampo, pero también se dispararon otras células en los lóbulos frontal y temporal, que responden a la combinación del objetivo del taxista (el lugar al que se quiere dirigir) con el lugar en que se encuentra en cada momento y lo que ve.

Los sujetos fueron siete personas que tenían ya implantados electrodos en el cerebro debido a que sufrían epilepsia intratable y en los que se estaba investigando un método invasivo para tratarla. En total se registró la actividad de 317 neuronas de los lóbulos frontal y temporal.

Los sujetos del ensayo tenían que parar para recoger los viajeros que aparecían y trasladarlos a un lugar determinado. Antes de empezar los viajes, les fueron mostradas algunas tiendas de las que iban a ver durante el recorrido y fue registrada su actividad neuronal. Luego, las siete personas empezaron a jugar con el simulador mientras se registraba la actividad neuronal. Al comparar esta actividad cuando pasaban por las tiendas durante su recorrido con la que tuvieron cuando vieron las mismas tiendas sin estar conduciendo, los investigadores comprobaron que era mucho mayor en el primer caso, lo que les permitió desechar que la respuesta fuera únicamente a la visión de los objetos y no a su situación en un contexto.

Lo que intrigaba más a los investigadores era a qué correspondía el disparo de cada neurona o grupo de neuronas, que en conjunto permiten al sujeto ir construyendo un mapa y en él una ruta hacia el objetivo. El panorama que han encontrado es complejo: tras este experimento, el modelo emergente de la base fisiológica de la navegación espacial humana, explican los investigadores, es que la región del parahipocampo extrae información espacial primariamente de los elementos de referencia para forma una representación grosera del espacio. El hipocampo, por su parte, combina los rasgos visuales y espaciales, posiblemente con la colaboración del parahipocampo, con el contexto para calcular la representación flexible, semejante a un mapa, del espacio, necesaria para la navegación.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_