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Crónica:BALONCESTO | Lituania deja a España en el segundo peldaño europeo
Crónica
Texto informativo con interpretación

Plata de ley

Lituania se impone con facilidad a una nerviosa España en la final del Europeo de baloncesto

Santiago Segurola

Tantos años deprimido, el baloncesto español ha recuperado el entusiasmo en el Europeo, que se cerró ayer con la inapelable victoria de Lituania (93-84). Fue mejor que España en todos los aspectos. Es un equipo notable, versátil, con excelentes tiradores, una defensa competente y un devastador juego de ataque. Lituania ganó porque tiene mejores jugadores y se lo hizo saber muy pronto al equipo español, cuyas carencias quedaron muy expuestas en la final. A España le faltan bases y media distancia. No hay tiradores que alivien al equipo de su dependencia de Gasol y Navarro; no hay bases que garanticen la dirección eficaz del juego. Pero eso no es novedad. Lo noticioso está en el regreso del baloncesto español al escenario que abandonó en los ochenta. La selección tiene gancho. Eso es indiscutible. Hay una atmósfera de expectación que no se conocía desde los gloriosos tiempos de Corbalán, Epi, Sibilio y Fernando Martín. Aquel equipo inolvidable convirtió el baloncesto en un suceso social, muy mal administrado en los años siguientes. El baloncesto entró en un proceso de putrefacción, encerrado en su castillo, manejado por una casta de intocables que convirtió la adhesión al baloncesto en un clamoroso rechazo popular.

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Pero la gente deseaba volver a entusiasmarse. Necesitaba una excusa y la ha encontrado en la generación que encabezan Pau Gasol y Juan Carlos Navarro. Son los líderes del equipo que ganó el Mundial junior de 1999, la base de la selección que disputó ayer la final del Europeo. Con todos sus defectos, que son grandes y difíciles de arreglar a corto plazo, España tiene un aire competitivo y alegre que el seleccionador debe alentar en los Juegos Olímpicos de Atenas. El equipo es joven, pero ha visto mucho mundo. Por lo tanto, existe un buen margen de progresión. Si Raúl López consigue recuperarse de su grave lesión, España tendrá el base que necesita. Con Roberto Dueñas, habrá más centímetros y más espacio para Gasol, cuya actuación en el torneo ha sido sensacional. Gasol necesita ayuda. Necesita jugadores que aligeren su trabajo, excesivo por lo que se ha visto en Suecia.

Por amarga que resulte la derrota en la final, es evidente que el Europeo de Suecia deja excelentes noticias. Se han sentado las bases para devolver al baloncesto al lugar que abandonó por su mala cabeza. Oportunidades como ésta no conviene desaprovecharlas. Al amparo de Gasol y su efecto mediático, sólo hay margen para crecer. Sería conveniente que este nuevo proceso no se vea invadido por la cicatería que tanto daño ha hecho. Es hora para un baloncesto optimista, de vuelo alto, el juego que quiere la gente, tantas veces negado por los aprendices de brujos que hicieron fortuna al calor del éxito en los años ochenta.

Zukauskas captura un rebote ante Gasol.
Zukauskas captura un rebote ante Gasol.ASSOCIATED PRESS

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