El paro en el casco antiguo de Jaén es del 30%, el doble que en toda la capital

La tasa de paro en el casco antiguo de Jaén, que ronda el 30%, duplica al existente en otras barriadas de la capital. Además, un tercio de la población no tiene estudios de ningún tipo y apenas un 4% de los encuestados ha reconocido conocer y participar en algún programa de formación ocupacional. Son algunos de los preocupantes datos que se reflejan en el estudio sociolaboral de la zona sur de Jaén promovido por la asociación Objetivo Vida y elaborado por el grupo universitario I+D Iniciativas para el Desarrollo.

El bajo índice de renta, las carencias de espacios públicos dotacionales, un tejido urbano deteriorado, el envejecimiento de la población y las quejas por la creciente inseguridad ciudadana son otros de los aspectos que apuntan los propios vecinos en las encuestas que han servido de base para el estudio.

El ámbito del informe ha cubierto una población de 40.000 habitantes de las barriadas de San Andrés, San Vicente de Paúl, La Magdalena, San Felipe, La Merced, La Glorieta, San Juan, El Almendral y El Tomillo.

Para Rafael Latorre, presidente de Objetivo, los datos no han sorprendido a su asociación, que lleva instalada desde hace varios años en el casco antiguo supliendo con cursos y programas formativos las iniciativas de las administraciones. "Los proyectos en marcha no han servido para experimentar cambios sustanciales. Es más, continúan los mismos problemas de exclusión y se han hecho más patentes las diferencias entre las distintas zonas de la ciudad", se apunta en el informe.

Ni siquiera el plan comunitario Urban, que ha supuesto inversiones públicas de más de 13 millones de euros en la capital, parece haber paliado los males endémicos de estas barriadas desfavorecidas del sur de Jaén. "Estudios hay de sobra, pero ahora ya tenemos que ponernos manos a la obra, todos codo con codo", apunta Rafael Latorre.

Movilizar recursos

Para ello, Objetivo Vida aboga por sentar las bases de un modelo de cooperación pública y privada para acometer un plan estratégico que, según resaltan, debe estar basado "en el acuerdo y el consenso en los temas clave y movilizar al máximo recursos humanos y materiales hacia unos mismos objetivos comunes".

Y es que los promotores del informe lamentan que el casco antiguo haya dejado de ser atractivo para la iniciativa privada (un reciente estudio de la asociación vecinal Arco del Consuelo cifraba en más de 300 los solares abandonados) y lamentan el déficit de promociones de vivienda pública.

Los propios vecinos lo señalan en la encuesta elaborada por I+D Iniciativas para el Desarrollo, cuando apuntan que las empresas no invierten en sus barrios por la mala fama que tienen y los problemas de inseguridad y delincuencia. "Hay un sentimiento de abandono institucional", señala Rafael Latorre, quien alude a la "falta de motivación" de los vecinos para participar en los programas de formación (un 80% de los encuestados ha reconocido no conocerlos o no haberles interesado).

Todo ello, añade Latorre, ha desembocado en una situación sociolaboral "dramática", pues a la elevada tasa de paro hay que sumar la elevada precariedad laboral de los ocupados. Sirva como ejemplo que un 34% de los empleados se dedica al servicio doméstico o a la venta ambulante.

Para los promotores del informe no se trata de crear más centros públicos de formación, sino de implantar aulas de educación complementaria que ofrezcan cursos adaptados a las necesidades de la zona.

El estudio también considera necesario incrementar la oferta de educación secundaria y la de adultos, pues un 30% de los vecinos reconoce no tener ningún tipo de estudios.