Francia anuncia que incumplirá el Pacto de Estabilidad hasta 2005
Alemania e Italia apoyan al Gobierno de París, que desoye las amenazas
La soleada y apacible ribera noroeste del Lago Mayor en Stresa (Italia), cerca de los Alpes, fue ayer testigo de la tensa cita de los ministros de Finanzas de la eurozona. Francis Mer, el titular francés, fue recibido por buena parte de sus colegas y el comisario de Economía, Pedro Solbes, con llamadas al orden para que París frene un galopante déficit que supera los límites del Pacto de Estabilidad hasta 2005. En la reunión formal, Mer se comprometió a respetar "el espíritu y, si es posible, la letra" del Pacto. Pero a la salida, desafió a todos y anunció que su país no lo respetará hasta 2005.
El tono antes, durante y después de la reunión del Eurogrupo (ministros de Economía de los Doce) fue radicalmente diferente. Antes, Solbes había roto el fuego: "Hoy, el gran debate es Francia", comentó. Con un 4% sobr el PIB de déficit previsto para este año, el más alto de la UE y un punto por encima del límite fijado en el Pacto, París se propone ahora rebajar sólo unas décimas el año que viene y algo similar en 2005. "Francia debe hacer mucho más", señaló el comisario, quien agregó que ahora hay que comprobar si París cumple las recomendaciones que el Ecofin (ministros de Finanzas de la UE) le marcó el 3 de junio para rebajar el desequilibrio presupuestario.
El mes que viene, Bruselas y el Ecofin analizarán la posibilidad de lanzar nuevas recomendaciones y, en último término, sanciones si, a la vista de los presupuestos franceses para 2004, rechaza los consejos para rebajar el déficit. "Nos plantea problemas graves para seguir adelante con los procedimientos comunitarios", dijo Solbes al asumir implícitamente que habrá que lanzar esos procedimientos. Más duro fue antes de la reunión el ministro holandés, Gerrit Zalm: "Abandonamos nuestra moneda nacional porque teníamos un buen tratado y, si no se aplica, estaremos en serios problemas". "No excluyo nada", añadió al ser preguntado si su Gobierno, como ha anunciado, llevará a la Comisión al Tribunal de la UE si no lanza esos procedimientos sancionadores.
"Esperamos hoy una señal fuerte de la voluntad de Francia para dejar su déficit por debajo del 3%", comentó el austriaco Karl-Hein Grasser. "Es fundamental mantener las premisas del Pacto para dar credibilidad y confianza", señaló el español Luis de Guindos, en ausencia de Rodrigo Rato, que viajó a Cancún a la cumbre de la OMC.
Críticas de Mer
Ya en la reunión, Mer dejó de lado sus críticas contra el Pacto de las últimas semanas. Comentó que su Gobierno hará la anunciada rebaja fiscal, pero que la vez mantendrá a raya los gastos con recortes, por ejemplo, en sanidad y pensiones. "Fue un tono conciliador, aunque en ningún momento habló de cifras concretas", aseguran asistentes a la reunión. Es decir, que no asumió, como le exige Solbes, que el año que viene reduzca más del 0,5% del PIB su déficit. Por eso, y aunque Mer comunicó que el próximo presupuesto francés será "coherente y creíble", el comisario le respondió después ante los periodistas que las afirmaciones del ministro francés "no han convencido a la Comisión de que el resultado estará en línea con las recomendaciones del Ecofin de junio".
Solbes, como también declaró el presidente de la Comisión, Romano Prodi, dijo que el Ejecutivo "discutirá" pronto con las autoridades francesas y "las ayudará a encontrar una solución que esté dentro de los límites de flexibilidad del Pacto". O sea, que están dispuestos a debatir con París si sus presupuestos se adaptan o no a las recomendaciones. El comisario repitió con firmeza que quiere "compromisos claros y creíbles". Si no, la amenaza podría en teoría activarse.
Más lejos fueron otros ministros. Portugal, Austria, Holanda, España y Finlandia, entre otros, recordaron a Mer que las reglas están para cumplirlas, que su actitud puede retrasar o impedir posibles bajadas de tipos de interés y que existe el riesgo de que nuevamente haya un enfrentamiento entre grandes y pequeños en la UE.
Pero una de las desagradables sorpresas para Solbes y para ese grupo de países fue escuchar a Hans Eichel y Giulio Tremonti, los ministros de Alemania e Italia, país éste que ahora preside la UE. Ambos se mostraron "bastante condescendientes y comprensivos" con Francia y dejaron claro que no están por la labor de se convierta en el primer país en la historia de la UE sancionado por saltarse el Pacto a la torera. Sólo el luxemburgués Jean-Claude Juncker expuso una situación similar, pero la actitud de Berlín y Roma augura fuertes inconvenientes a Solbes para negociar esa "salida" con Francia.
Aún así, la peor sorpresa la dio el propio Mer ante los periodistas. No dejó margen y sus comentarios sonaron a desafío. Sólo se comprometió a que su Gobierno no critique públicamente el Pacto, a guardar al menos las formas. "He expresado una voluntad de respeto al Pacto", declaró. "Debemos respetar el espíritu y, si es posible, la letra", precisó. A partir de ahí, aclaró que sólo en 2005 Francia estará en disposición de presentar un déficit por debajo del 3% del PIB.
Los dos principales apoyos a Francia proceden de países que también sufren desequilibrios. Alemania superó el año pasado ese límite del 3% y lo hará este año, aunque ha puesto en marcha medidas para cumplir en 2004. "Alemania está haciendo esfuerzos", dijo Solbes. El déficit de Italia supera el 2% y su deuda pública, el 100%. Sólo Portugal, un país pequeño, ha hecho sus deberes y ya cumple el Pacto que incumplió ampliamente el año pasado. "Portugal lo ha hecho muy bien", asegura el comisario de Asuntos Económicos.
El pulso entre unos y otros se resolverá en octubre. Si no se encuentra una solución, la UE abrirá una nueva crisis, la más grave para la credibilidad del euro.
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