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Calleja denuncia el "gigantesco negocio" que hay detrás de ETA

Sanmartín alerta de las falsificaciones de tarjetas en el creciente comercio electrónico

Ferran Bono

El periodista y conocido integrante del colectivo Basta Ya José María Calleja incidió ayer en la jornada de clausura del seminario Corrupción: causas, efectos y tratamiento jurídico desarrollado en la UIMP de Valencia en un aspecto del fenómeno terrorista que suele quedar oculto: "el gigantesto negocio" de ETA, "que crea una forma de vida". "¿Por qué no se acaba con el terrorismo? Porque mucha gente vive del terror", apuntó.

El periodista explicó que normalmente no se presta mucha atención al entramado económico, a la corrupción que sostiene el terrorismo a través de "la extorsión generalizada", que no "impuesto revolucionario", expresión que desechó por tendenciosa. Habló de una sociedad paralela que vive del terror; de que muchos de los empresarios aceptan pagar a ETA para no abandonar el País Vasco y luego intentan desgravar el pago en los impuestos a la hacienda foral, o de los pagos de los comercios para que no les destrocen el escaparate.

El "gran negocio" ETA y su entorno, añadió Calleja, se fundamenta en la "didáctica de la muerte", en las amenazas y el asesinato que persiguen la "corrupción política, economía y ética". El autor de ¡Arriba Euskadi! La vida diaria en el País Vasco, premio Espasa de Ensayo 2001, señaló que empresas como Caja Laboral, del entorno de ETA, pueden instalarse y crecer en cualquier lugar de España sin problemas, mientras que sería "imposible" pensar que la sede de Caja España se radicara, por ejemplo, en Hernani.

Indicó que "la lista de empresas" que han participado en la edificación de la sede del PNV en Bilbao coincide con las principales beneficiarias de los Ayuntamientos y organismos dirigidos por los nacionalistas. "Las empresas nacionalistas tienen un futuro saneado", apuntó. "No digo que no pase en otras comunidades, pero en el País Vasco hay un elemento perverso", agregó.

Al principio de su ponencia, Calleja comentó que "existe un régimen nacionalista que comprende a los que matan". Una afirmación que provocó la intervención de una alumna del seminario, dirigido por el fiscal del Tribunal Supremo Antonio Vercher, quien rechazó de plano la identificación entre nacionalismo y terrorismo. El periodista respondió que "no todo el PNV apoya a ETA", pero sí la actual dirección, y añadió que el PNV no se ha preocupado por las víctimas de ETA, entre otras cuestiones. Hubo otros participantes que puntualizaron y contradijeron algunos aspectos de la exposición de Calleja. Concluyó señalando que, a pesar de todo, ETA está ahora en una posición débil gracias a la "mayor eficacia policial, al mayor desprestigio social y a la mayor actuación cívica".

El ponente encargado de cerrar el intenso seminario fue José Sanmartín, director del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, quien habló sobre la corrupción y las nueva tecnologías. El ex consejero de Trabajo con el PP explicó que el crimen organizado "ya era transnacional antes" pero que con las nuevas tecnologías se ha "extendido" y se ha vuelto "más transparente, casi perfecto" y puso de ejemplo el blanqueo de dinero: Si para blanquear 60 céntimos se perdía unos 13, ahora con los ordenadores, la pérdida es cero, en un proceso que llamó "virtual cash" ). Las dos principales mafias en España son la nigeriana y la rusa, "que ocupa el podio" y está implantada en la Comunidad Valenciana. Sanmartín reseñó que sólo en intervenciones judiciales el blanqueo de dinero en España en cuatro años asciende a 40.000 millones de pesetas. La ONU y el FMI calculan que el blanqueo anual corresponde al 2% de PIB mundial. También alertó "del gran negocio de las falsificaciones de las tarjetas de crédito", cuando hay un fuerte aumento del comercio electrónico en España (de 0,48 millones de euros en 1997 a los 4.000 millones que se esperan este año); y del "ciberespionaje", consistente en robar información a las empresas y amenzar con colgarla en la red, en un "ciberchantaje".

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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