Fischler: "Son unos locos que pretenden la luna"

El ministro brasileño de Exteriores, Celso Amorin, defendió con firmeza el documento de los 21, las propuestas del llamado G-21 para el desarme arancelario de EEE UU y Europa en el campo agrícola: "Nuestro esquema ha sido diseñado con cuidado tanto desde un punto de vista técnico como político. Y no puede ser ignorado". Contestaba así unas declaraciones del comisario agrícola de la UE, Franz Fischler, muy mal recibidas, que nada más llegar a Cancún llamó a los firmantes de ese documento locos "que pretenden la luna" y que no saben de qué hablan. Amorin advirtió: "Nosotros estamos unidos y nos mantendremos unidos. Espero que en lugar de intentar dividirnos oigan nuestro mensaje y den nueva vida a las negociaciones multilaterales de comercio".

Mientras se tantea la fuerza y la unión de que hacen gala los teóricos nuevos líderes de los países en desarrollo, los pasillos de Cancún siguen llenos de carteles, panfletos y de activistas de las ONG de todo el mundo. Desde el grupo cristiano que defiende "creemos en la vida antes de la muerte", hasta quienes recuerdan la frase del escritor británico E. M. Forster: "Los muy pobres son tan impensables que sólo nos podemos acercar a ellos con estadísticas".

Y estadísticas es lo que más abunda en la OMC. Un recorte del 10% en las tarifas aduaneras que imponen los países ricos a los países agrícolas permitiría sacar de la pobreza en un plazo de 15 años a casi 150 millones de personas en África y en América Latina. Incluso un éxito más pequeño en esta cumbre sería recibido como un impulso a la esperanza. Las ONG aseguran que es posible que las opiniones públicas lleguen a tener el mismo peso que las presiones de grupos económicos muy potentes.