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Las denuncias por violencia doméstica se duplican en Barcelona en lo que va de año

En 2002 se registraron 609 casos, y entre enero y agosto se han producido ya 1.093

El rayo que no cesa. Las denuncias por violencia doméstica han aumentado de manera espectacular en lo que va de año en la ciudad de Barcelona. Durante 2002 se contabilizaron 609 diligencias por ese motivo en el decanato de los juzgados y en los ocho primeros meses de este año ya son 1.093. Es decir, prácticamente el doble. Sin contar los casos que se registran oficialmente como lesiones, coacciones o amenazas y que durante la tramitación de la denuncia se acaba descubriendo que esconden la agresión física o psíquica de un hombre a una mujer, habitualmente su pareja.

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¿Si las cifras aumentan es porque las mujeres denuncian más que antes o porque hay más agresiones? Los juristas coinciden en la primera respuesta. "Las mujeres se atreven más a denunciar porque desde los poderes públicos se está dando una respuesta más eficaz a un problema que hasta hace poco se consideraba privado", asegura Montserrat Comas, presidenta del Observatorio sobre Violencia Doméstica del Consejo General del Poder Judicial. En este cambio de conciencia social, añade, "han ejercido un papel muy importante los medios de comunicación y las organizaciones de mujeres". Con todo, Comas considera que aún queda mucho por hacer para afrontar un problema que, en su opinión, "es el más importante de la sociedad española después del terrorismo".

Más crítico se muestra el juez decano de Barcelona, Joaquim Bayo, quien considera que la respuesta de la justicia es muy mejorable. "Actualmente se están tratando y juzgando como faltas de violencia doméstica casos que son delitos claros", asegura. La explicación no es otra que haber incluido en la ley de juicios rápidos los casos de violencia doméstica, lo cual obliga al juez de guardia a pronunciase en cuestión de horas sobre una agresión sin conocer, como ocurre a menudo, si el acusado tiene antecedentes por este motivo.

La abogada Maria Saló, defensora de varias víctimas, asegura: "Las mujeres son ahora más valientes que antes, pero eso no basta si no se les da una respuesta efectiva". En este sentido, denuncia que la aplicación de los juicios rápidos en esos casos "también obliga a la víctima a actuar de manera precipitada después de haber sido maltratada".

Registro informático

Hasta la entrada en vigor de esa ley no existía tal problema porque había un acuerdo de los jueces de Barcelona que permitía acumular en un juzgado todos los casos de un mismo agresor. El Consejo General del Poder Judicial estudia desde hace meses una solución, que pasa por la creación de un registro informático de violencia doméstica que podría entrar en vigor a finales de año. Pese a las deficiencias, Bayo opina que "el sistema judicial afina mucho más ahora que hace dos o tres años", y recuerda la anunciada reforma del Código Penal, que tipificará como delito, y no falta como sucede ahora, los casos de violencia doméstica.

Las cifras más ilustrativas de este gran aumento de denuncias en la ciudad de Barcelona corresponden a los meses de julio y agosto. El año pasado se contabilizaron 100 diligencias judiciales por violencia doméstica en este tiempo, mientras que en el mismo periodo de este año han sido 347. La estadística oficial del decanato no distingue sobre la nacionalidad de la víctima, pero fuentes judiciales explican que las mujeres inmigrantes denuncian ahora mucho más que hace un tiempo.

Más datos. El Colegio de Abogados de Barcelona creó en el año 2000 un turno especial de abogados de oficio para mujeres maltratadas. Aquel año se plantearon 219 casos, el año siguiente, 575 y en 2002 fueron 756. Durante este año ya se han designado 707 abogados. Solamente en los primeros cinco días de septiembre, 38 mujeres acudieron a pedir un defensor.

Joan Carrera, coordinador del turno de oficio del Colegio de Abogados de Barcelona, explica que si aumentan las peticiones es porque la policía y los servicios sociales de las instituciones informan más a las víctimas, pero denuncia que siguen faltando medios para cumplir las leyes. Por ejemplo, la de protección de las víctimas, aprobada el pasado mes de julio por unanimidad. "¿Van a poner un policía para custodiar a cada mujer que denuncie? ¿Van a acabar en la cárcel todos los denunciados?", se pregunta Carrera, quien admite que esta lacra es muy difícil de erradicar.

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