La gran cascada
¿Dónde está la gran cascada? En la cocina. Así al menos lo ha revelado el parlamentario de SA Joseba Alvarez quejándose de lo mal que se lo ha montado Ibarretxe con su plan. Ni comparación con lo que fue Estella donde se dio mucho "trabajo de cocina por debajo de la mesa". ¡Serán pillines!, y los demás que pensábamos que sólo hacían política... Pero dejémonos de cochinadas. La entonces Batasuna se vio sacudida por cierto movimiento sísmico e íntimo llamado ETA e inició un proceso en cascada que afectó en primer lugar a PNV y EA, que no es que se echaran al monte sino al monte bajo donde anduvieron golfeando cual felices perdices hasta que ETA, cansada, levantó la liebre -¿recuerdan aquel documento firmado por ambas partes?- y todo quedó en espantada cinegética.
Pero de aquellos polvos -con perdón- vinieron estos lodos. Porque lo que hicieron debajo de la mesa debió de resultar tan excitante que Ibarretxe acabó buscándose un plan. Un plan de máximos que su antigua pareja de unidad o batasuna entiende de mínimos, por lo que, despechada, esa unidad de hecho o de destino en lo universal que es batasuna, vuelve a agitar el árbol del Bien y del Mal, que sorprendentemente también produce nueces, y acusa al místico del lehendakari de que no hay futuro a menos que la relación se transforme en un acuerdo entre vascos porque ahí, oye, es más fácil compenetrarse, ¿o acaso no hubo tiempos en que compartieron el Rh y, lo que es más erótico, no se solazan con la lengua?
Cómo no va a ser contagioso. Se agita ETA, se agita Batsuna, se agita el PNV, se agita Madrazo -que ha consensuado nada menos que "el tronco común" del Plan- y así, de cascada en cascada, se agita incluso el PSE que sólo conoció la mesa por encima ya que estaba en la de Ajuriaenea mientras que lo que se cocía en secreto era el debajo de la mesa de Lizarra. Así que, movido por el moverse, el PSE se apunta al baile de San Vito -¿tendrá algo que ver con las masturbaciones de Odón?- y le contagia en cascada a su hermano mayor de Madrid que, excitado a su vez por una señora muy poderosa llamada Corona de Aragón y de Pasqual, se va a otra mesa pero esta vez de Santillana para perpetrar una guarreria que, como se dice de la propia villa que la ha visto nacer, ni es santa, ni es llana ni tiene mar.
O al menos eso es lo que les reprocha el PNV por varias boquitas pintadas, digo autorizadas: la de Juaristi (JM) -"Un brindis al sol, una maniobra (¿quiso decir ceremonia?) de la confusión"-, Anasagasti -"Juegos florales" (¿habrá de premio algún capullo?)- y Egibar que tacha la insolencia de "Barniz" y "Cuestión de estética". Con lo que el proceso vuelve a remontar la corriente: el PSE se ve descalificado por el PNV que a su vez se ve descalificado por la Sociedad Anónima o SA. El único que queda sin descalificar es Madrazo, que se descalifica solo pues todo lo que le preocupa de un proyecto anticonstitucional y etnicista -hay que ver con qué alegría corren por el borrador del Plan raíces ancestrales, pueblos y sangres- es que se hable de comunidad libre asociada en vez de comunidad federada. Y es que Madrazo siempre se la ha de coger con papel de fumar...
En resumidas cuentas nos hallamos en pleno chiste. ¿Que dónde está la gran cascada? Pues mire usted, unas veces se la cascan por aquí y otras se la cascan por allá. Lo que conlleva el riesgo evidente de que con tanto cascar se acaben cascando los huevos, que será la única manera de hacer tortillas pero no los pasados por agua o por el Estatuto. El PSOE y PSE deberían tomar en consideración las palabras del mismísimo Ibarretxe que ha abierto el curso político diciéndoles que por el mero hecho de haberse movido hacia ninguna parte -si su reforma de Estatuto cabe en el Estatuto, ¿qué reforma del Estatuto es ésa?- le han dado la razón y legitimado en su proyecto porque, ¿acaso él no viene defendiendo que hay que moverse? Poco importa que hacia donde él se mueve sea hacia el Santo del Ángel, la cascada más alta del mundo, mientras los demás se mueven hacia el salto del tigre (¿en versión Odón?).
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