Regresan las repeticiones y las recuperaciones

La polémica Ley de Calidad de la Educación (LOCE), la principal reforma educativa que presumiblemente venderá el PP de cara a las elecciones generales del próximo año, comienza a aplicarse hoy oficialmente. Cuatro comunidades autónomas empiezan sus clases de infantil y primaria: Castilla-La Mancha, la Rioja, el País Vasco y la Comunidad Valenciana. Pero serán los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) los que notarán este año los cambios: tendrán que repetir curso si suspenden más de dos materias en cualquiera de los cuatro cursos de esta etapa; podrán repetir una vez cada curso; tendrán exámenes de recuperación, y en sus notas aparecerán, además de la calificación de cada asignatura de suspenso a sobresaliente, otra numérica de 0 a 10. La mayoría de las comunidades autónomas tiene previsto colocar la recuperación extraordinaria de curso en septiembre, aunque pueden optar por otras fechas. Cataluña, por ejemplo, baraja situarla en julio.

Este curso se sabrá si el Gobierno dará una financiación específica para su reforma

El número de alumnos de educación no universitaria que se incorporan a las aulas es de 6,7 millones. En la educación universitaria habrá algo menos de un millón y medio de estudiantes. Este curso se tiende a consolidar la tendencia a la estabilización del número de alumnos. Ya el pasado año, la reduccción de la cantidad de estudiantes en todo el sistema educativo fue de 50.000 niños, aproximadamente la mitad que los cursos anteriores. En ESO y bachillerato siguen reduciéndose el número de alumnos, mientras que en la etapa que más aumentan es en la educación infantil.

A partir de este curso, los docentes de la ESO de los colegios e institutos de toda España tendrán que acompañar al suficiente con una calificación numérica de 0 a 4; al suficiente, con un 5; al bien, con un 6; al notable, con un 7 u 8, y al sobresaliente, con 9 o 10. Este sistema ha sido recuperado por el Ministerio de Educación, al igual que el resto de las medidas que se aplican este año en la ESO, del existente con la Ley General de Educación, de 1970 (la de la EGB y el BUP).

Las otras dos novedades legislativas del curso son la posibilidad de que la comunidad autónoma que lo desee anticipe la gratuidad de todos los centros privados concertados de educación infantil y de sustituir el actual primer ciclo de educación infantil (de 0 a 3 años) por la educación preescolar que establece la LOCE, que incorpora el carácter asistencial a esta etapa.

Otros temas de los que estará pendiente el mundo educativo este año son el cambio en la asignatura de religión y su alternativa, la financiación de esta reforma y los desarrollos de la ley. El Ministerio de Educación trabaja en decretos con los que regulará aspectos tan relevantes como el funcionamiento de la futura reválida o Prueba General de Bachillerato (que sustituirá a la actual selectividad); el Título de Especialización Didáctica -que reemplazará al Curso de Adaptación Pedagógica(CAP), el que deben superar los licenciados para ejercer como proferores en secundaria-, y los requisitos mínimos de los centros escolares. El Gobierno ya presentó borradores de estas cuestiones que presumiblemente sufrirán algunos cambios.

El ministerio manifestó el curso pasado que sería necesario elaborar más de 30 reales decretos y reglamentos para desarrollar la Ley de Calidad, aprobada en diciembre de 2002. Esos desarrollos gubernamentales darán lugar a su vez a más de 130 reglamentos autónomicos en los que algunas comunidades ya han empezado a trabajar.

La ministra de Educación, Pilar del Castillo, declaró antes del verano su intención de dejar aprobadas todas las normas de desarrollo de esta ley antes de que acabe la legislatura. Pero el tema más controvertido del último curso de la ministra en Educación será sin duda la financiación de su reforma. La comunidad educativa en pleno está pendiente de que el Consejo de Política Fiscal y Financiera trate esta cuestión.