Londres veta una Europa de la Defensa al margen de la OTAN

El proyecto de Francia y Alemania, apoyado por Bélgica y Luxemburgo, de crear una Europa de la Defensa al margen de la OTAN cuenta con el veto de Londres. El primer ministro, Tony Blair, lo advirtió a finales de abril cuando los líderes de esos cuatro países lanzaron la idea en la minicumbre de Defensa en Bruselas, pero ahora el Gobierno británico lo ha hecho por escrito en un documento enviado a las capitales europeas.

"El Reino Unido está contra toda propuesta que implique una competencia, más que una complementariedad, con la OTAN", señala el documento.

Londres insiste en el texto en que "la OTAN sigue siendo la base de la defensa colectiva de sus miembros" y, por lo tanto, considera suficientes los compromisos introducidos en el Tratado de Niza pactado en diciembre de 2000, que incluían el desarrollo operativo de la Política Europea de Seguridad y Defensa (PESD) en coordinación con la Alianza Atlántica. Para Londres, la aplicación de esos compromisos ha sido suficiente como para que el Consejo de la Unión Europea haya podido "planear, acordar, lanzar y dirigir" operaciones militares europeas como las registradas en Macedonia y en la República Democrática del Congo.

Bajo esos principios generales, el Gobierno de Blair incluye en el documento varias referencias críticas al proyecto de Constitución europea elaborado por la Convención y que examinarán los Gobiernos a partir del próximo 4 de octubre. Londres asume que la UE vaya más lejos de las misiones Petersberg (mantenimiento de paz, gestión de crisis...) y apoya la llamada Cláusula de Solidaridad incluida en el proyecto, según la cual los Gobiernos pondrán medios civiles y militares a disposición del Estado europeo que sufra un ataque terrorista o una catástrofe natural. Pero rechaza otra cláusula, igualmente recogida en el proyecto, por la que los Estados que quieran ir más lejos en defensa y formen un grupo de avanzadilla ("cooperación estructurada" la denomina) se comprometen a la defensa automática mutua en caso de ataque, un mecanismo ya contemplado en el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte.

Más contundente es el documento británico cuando se refiere al acuerdo de Francia, Alemania, Bélgica y Luxemburgo de iniciar en los próximos meses los trabajos para crear un cuartel general europeo en Tervuren (Bélgica) al margen del de la OTAN, situado en Mons, a 60 kilómetros de Bruselas. "Dado el coste y la duplicación que supondría una estructura permanente, el Reino Unido no apoyaría un cuartel general aislado para operaciones autónomas de la Unión Europea", señala el documento.

Por el contrario, sugiere Londres que pueda establecerse una "célula europea dentro del cuartel general de la OTAN" y que, a la vez, un grupo de expertos europeos puedan formarse y entrenarse para acudir en apoyo de un cuartel general nacional que se organice para una operación concreta. En Congo, por ejemplo, el cuartel general para la operación multinacional europea lo formó Francia. El Gobierno de Italia, que ahora preside la Unión, se ha sumado a esta tesis, aclarando que parte de esos expertos estarían basados en el cuartel general de la OTAN si la UE lanzaba una operación militar con apoyo de la Alianza.

Según fuentes diplomáticas oficiales en Bruselas, Londres redactó el documento el mes pasado a raíz de los intensos rumores que circularon en diversas capitales europeas de que Alemania, Francia, Bélgica y Luxemburgo ("el club de los chocolateros", como lo han definido en el Pentágono) pretendían lanzar una segunda minicumbre de defensa para concretar los planes expuestos en la primera, celebrada el 29 de abril. "Para desactivarla", comentan estas fuentes, "varios países propusieron celebrar una reunión de alto nivel sobre Defensa en Roma el día 29 de agosto y Londres difundió su informe como documento de trabajo para esa reunión". Finalmente, sin embargo, no se produjeron ninguna de las dos citas.

Italia y España, como la mayoría de los diez países candidatos, coinciden en buena parte con el documento británico, que recoge igualmente las tesis defendidas por Washington. Para todos ellos, la creación de una célula europea dentro del cuartel general de la OTAN sería suficiente para que la Unión pueda realizar operaciones militares, una vez que a comienzos de año quedó suscrito el acuerdo por el que la Unión podrá utilizar automáticamente los medios de planificación de la Alianza en operaciones europeas.

Pese a la preocupación con la que Washington y Londres observan los intentos de crear una defensa autónoma europea, el principal problema en ese terreno que ambos aliados ven en Europa es la escasez de capacidades militares de los países de la Unión para afrontar los problemas más sensibles que Londres identifica en su documento: Balcanes, Mediterráneo Oriental, terrorismo y armas de destrucción masiva.