La UE aplaza de nuevo la votación sobre la directiva de las patentes de 'software'

Las movilizaciones de la semana pasada tuvieron éxito, pero las espadas siguen en alto. El Parlamento Europeo retrasó la votación de la primera lectura sobre la directiva que pretende legalizar las patentes de software, a propuesta de la Comisión de Asuntos Jurídicos. La decisión se aplaza hasta el pleno que se celebrará en Estrasburgo la semana del 22 al 26 de septiembre.

En Bruselas, más de un millar de manifestantes protestaron frente a la sede del Parlamento el pasado 27 de agosto. Y en Internet, unas 1.500 páginas mantuvieron sus sitios cerrados; algunos las mantendrán bloqueadas hasta que se resuelva la polémica.

El texto, que ya ha sido retocado por las comisiones de industria y cultura -que han añadido varias enmiendas- es tachado de "ambiguo" por sus detractores, quienes manifestaron su "alivio" al conocer el retraso de la votación en la Cámara europea. "Ahora podremos fomentar el debate social. La directiva es la mayor modificación de las reglas del juego desde que existe la informática", asegura Roberto Santos, de Hispalinux.

Al manifiesto redactado por Proinnova, asociación convocante de la protesta en España, se han adherido la Junta de Extremadura, Hispalinux, la asociación de Internautas y las de informáticos ATI y AI2, así como los sindicatos Comisiones Obreras y CGT, entre otros.

A los europarlamentarios no les espera una tarea sencilla. Todos coinciden en que la directiva debe aprobarse "para armonizar la legislación de los diferentes Estados y evitar que se consolide una práctica de la Oficina Europea de Patentes [OEP]", asegura el socialista Manuel Medina.

Este organismo ajeno a la jurisdicción comunitaria y formado por 27 países europeos -incluidos los Estados miembros-, ha concedido unas 30.000 patentes: valida los métodos y aparatos que incluyen programas. El último, la posibilidad de enviar por correo electrónico un bono de compra virtual, concedida a la librería Amazon. La OEP sigue la jurisdicción de EE UU, donde en las dos últimas décadas se patenta cualquier programa o sistema informático (software, genética, biotecnología y los métodos de negocio) desde que en 1981 el Tribunal Supremo de ese país falló a favor de la patente de un proceso industrial controlado por un programa.

Los diputados deberán discutir si negar la patente implica un retroceso en la innovación y, por tanto de la investigación y el desarrollo, como indican la comisión y parte de la industria, o si fomenta el monopolio, como señalan el movimiento del software libre y cientos de pymes, que lo consideran un peligro para la incipiente industria informática europea.

Hasta ahora la legislación era taxativa: los programas de ordenador están protegidos por los derechos de autor. Se considera una creación al igual que una obra de arte. La comisión pretende que puedan patentarse, que se consideren invención. Ambas normas coexistirán (protección por copyright y por patente).

El desacuerdo está en establecer los límites para las patentes y en si es necesaria la doble protección: hay división de opiniones en los grupos políticos. La propuesta ya ha establecido unos límites: "Los programas informáticos propiamente dichos no podrán patentarse, estarán protegidos por derechos de autor y sólo podrán patentarse cuando supongan una contribución técnica". Rechaza "los algoritmos y métodos de comercialización o negocio".

A pesar de que uno de los objetivos de la directiva es clarificar qué es un programa informático, los detractores critican su "ambigüedad".

Proinnova seguirá trabajando para que "se propongan enmiendas que dejen bien atada la directiva y que frenen a la OEP", dice Jesús González Barahona.

Víctor Domingo, de la Asociación de Internautas, asegura: "Con la protesta hemos conseguido dar luz al problema. Ahora esperamos que el Gobierno tome cartas en el asunto y promueva la moción aprobada en el Senado para que se aplace la decisión y se abra un debate sobre la conveniencia de estas patentes". Domingo también critica que la Dirección General de la Sociedad de la Información "carezca de cabeza visible que lidere la iniciativa". El pasado julio dimitió su responsable, Leopoldo González Echenique.

En Hispalinux, Roberto Santos se pregunta: "Está por ver si se legisla a favor de los europeos o se apoya a las multinacionales. La UE se llena la boca con palabras sobre la sociedad de la información, pero si aprueba la directiva conseguirá conceder 20 años más de monopolio a las grandes empresas". En la semana del 15 al 21 de septiembre hay programados actos de protesta ante las representaciones del Parlamento Europeo en Madrid y Barcelona.