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El Gobierno vasco ve "expectativas" si Rajoy se distancia de Aznar

El 'lehendakari' guarda buen recuerdo de las negociaciones con el candidato en 1996

Luis R. Aizpeolea

El Gobierno vasco estima que la sucesión de José María Aznar por Mariano Rajoy "abre expectativas positivas si el candidato del PP tiene margen de maniobra para hacer lo que le pide su talante". En el entorno del lehendakari, Juan José Ibarretxe, "hay interés por comprobar si Rajoy cambiará la política de tensión que Aznar ha seguido en el País Vasco". Ibarretxe hará el martes un pronunciamiento oficial sobre esta cuestión.

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Ibarretxe y Rajoy no son dos desconocidos. Ambos tuvieron ocasión de conocerse en 1996 cuando Rajoy era ministro de Administraciones Públicas e Ibarretxe vicelehendakari con José Antonio Ardanza y se encargaba de negociar traspasos de competencias para el País Vasco y la renovación del Concierto Económico. Aquellas negociaciones, que se prolongaron varios meses, fueron fructíferas y, como consecuencia, el PNV no sólo apoyó la investidura de José María Aznar como presidente del Gobierno sino que respaldó con su voto los Presupuestos Generales del Estado de 1997.

A Ibarretxe le queda un buen recuerdo de la actitud de Rajoy en aquellas negociaciones. En su entorno recuerdan el "buen talante" del candidato del PP, su "ausencia de dogmatismo" y "su capacidad para escuchar, aunque no estuviera de acuerdo". Asimismo, Rajoy ha solido comentar, con frecuencia, la "dureza" de Ibarretxe como negociador, aunque siempre le ha tratado con respeto.

En tiempos más recientes, el Gobierno vasco resalta la voluntad política que Rajoy derrochó, siendo vicepresidente primero y ministro del Interior, en 2001, para entenderse con el consejero vasco de Interior, Javier Balza. La base de este acuerdo era, recuerdan en el Ejecutivo vasco, que Rajoy distinguía entre la lucha contra el terrorismo y sus críticas ideológicas al nacionalismo, algo que no hacía su antecesor, Jaime Mayor. Rajoy ha procurado, con su política, establecer un frente amplio en la lucha contra ETA, y dejar en una posición secundaria el debate ideológico contra el nacionalismo, admiten en fuentes nacionalistas. Es un hecho que tanto Rajoy como Balza siempre se han tenido en buena estima y lo han proclamado en todas partes.

El Gobierno vasco también tiene conocimiento de conversaciones recientes de Rajoy con grupos sociales vascos, especialmente empresarios, a los que ha escuchado con atención sus críticas al estilo crispado de hacer política que caracteriza a Aznar.

El entorno de Ibarretxe cree que sería un "paso importante" que cambiase el talante del Ejecutivo respecto al País Vasco y, por ello, "existen algunas expectativas" en torno a Rajoy. Incluso en algunos sectores del Gabinete vasco creen que "en la decisión de Aznar de elegir a Rajoy puede haber el reconocimiento de que las cosas no pueden seguir igual en Euskadi".

Esta expectativa sobre Rajoy también se extiende al Partido Socialista de Euskadi. Su secretario general de Álava y secretario de Política Institucional del PSOE, Javier Rojo, cree también que "Rajoy pronto se verá sometido a prueba y tendrá que decidir si tiene autonomía política para actuar o si va a depender de lo que diga Aznar".

Rojo cree que Rajoy ya sabe que "así no se puede seguir en el País Vasco, que la confrontación política que Aznar mantiene en Euskadi contra todos los partidos, incluido el socialista, es negativa", pero desconoce si el sucesor de Aznar será capaz de romper amarras con el aún presidente del Gobierno.

Para el dirigente socialista, sería un paso o una muestra de buena voluntad que Rajoy reconociera la contribución del PSOE al éxito del Gobierno en la lucha contra el terrorismo, con la suscripción del Pacto Antiterrorista hace casi tres años, algo que Aznar no ha hecho.

Más escéptico sobre el comportamiento político de Rajoy se muestra el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, quien cree que el candidato del PP es un "frívolo", aunque admite que es "una persona cordial, con la que se puede hablar". También reduce la importancia del papel de Rajoy en las negociaciones que el Gobierno vasco mantuvo en 1996 y 1997 con el Ejecutivo del PP, en las que otorga más protagonismo al vicepresidente económico, Rodrigo Rato.

Mayor felicita a Ibarretxe tras su investidura en el Parlamento vasco.
Mayor felicita a Ibarretxe tras su investidura en el Parlamento vasco.PRADIP J. PHANSE

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