Una política que vive del enfrentamiento
La política vasca, si así podemos llamar a la actual confrontación de siglas, vive de la coacción y la mentira.
Sin haber llegado siquiera a definir un solo sujeto de discusión, ninguna democracia ha sido capaz de consultar la voluntad del pueblo vasco en su conjunto. Nadie en el poder parece poner suficiente interés en respetar ni su palabra ni su derecho a decidir libremente su inmediato futuro.
Mientras tanto, seguiremos con preocupación la demagogia y el insultante cinismo de unos dirigentes políticos, que pasarán a la historia por su fiel compromiso con el engaño, la sumisión y el oportunismo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.