Emigrantes y turistas colapsan la frontera por segundo día consecutivo

El tránsito de los turistas y en especial de los inmigrantes norteafricanos que regresaban a sus lugares de residencia en Europa causó ayer fuertes retenciones en el paso fronterizo de Biriatou, que quedó colapsado por la tarde y registró retenciones de 6,5 kilómetros de longitud. Por segundo día consecutivo -el jueves se registraron acaravanas de hasta 10 kilómetros-, la frontera con Francia por Irún se convirtió en un embudo incapaz de absorber el tráfico. También hubo retenciones intermitentes entre Arrigorriaga y Arrankudiaga.

El día de ayer volvió a ser complicado para el tráfico en la frontera hispanofrancesa. La segunda jornada de la operación retorno se saldó, por segundo día consecutivo, con fuertes retenciones de vehículos, de hasta 6,5 kilometros de longitud entre el paso fronterizo de Biriatou y el peaje de la autopista Bilbao-Behobia (A-8) en Irún, según informó el Departamento de Interior.

Es una escena que se repite todos los veranos, aunque en años precedentes se llegaron a formar colas de hasta 16 kilómetros. La masiva llegada de emigrantes y turistas que marchan hacia Francia y otros países europeos colapsa este tramo de carretera. Los vehículos quedan irremisiblemente atrapados en el embudo que se forma en Biriatou, donde las ocho cabinas existentes para filtrar la circulación son incapaces de absorber la oleada de vehículos, que remitirá el domingo por la noche.

La coincidencia con el fin de semana ha motivado este año un ligero aumento del tráfico, lo que ha repercutido negativamente en la fluidez de la circulación. El jueves llegó el grueso del trasiego posvacacional, con predominio de ciudadanos magrebíes que regresan de sus países de origen y de turistas del norte de Europa que han finalizado sus vacaciones. Las colas alcanzaron ese día 10 kilómetros desde Biriatou hacia el peaje de Irún, lo que obligó a la Ertzaintza a desviar parte del tráfico por la carretera nacional hacia el barrio de Behobia, donde el tráfico fue muy lento y se formaron retenciones intermitentes.

La escena se repitió ayer punto por punto, con el agravante de la aparición de la lluvia, que ralentizó el tráfico, aunque no se registró ningún accidente grave. Los efectos del intenso tránsito de vehículos afectó, aunque en menor medida, al lado francés de la autopista. En el peaje de Biarritz se registraron colas de unos cinco kilómetros.

La operación retorno también se hizo notar en el tramo entre Arrigorriaga y Arrankudiaga de la carretera BI-625, en la salida de la autopista vascoaragonesa (A-68), donde se formó una hilera de coches de tres kilómetros de longitud.

[Renfe prevé que alrededor de 35.000 personas se desplazarán en tren al País Vasco este fin de semana durante la conclusión de las vacaciones de agosto. De los 35.000 usuarios, 15.000 tendrán como destino Guipúzcoa y, de ellos, 5.000 continuarán su viaje hacia la frontera con destino internacional. Otros 15.000 tendrán como punto final de su viaje Vizcaya, y 5.000 Álava].