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Sanidad impondrá los precios de referencia al 70% de los fármacos

La extensión de la medida a los fármacos con más de 10 años ahorrará 300 millones

El Ministerio de Sanidad lanzará una nueva medida con el fin de ahorrar en el gasto farmacéutico. La iniciativa consiste en extender el sistema de precios máximos subvencionados (los precios de referencia) a todos los medicamentos que lleven más de 10 años en el mercado. En contra de lo que pasa ahora, la nueva ley no exigirá que exista un genérico (producto que se fabrica cuando ha vencido la patente y que es más barato). La medida afectará a casi el 70% de los medicamentos en el mercado, y supondrá un ahorro de más de 300 millones, según fuentes del departamento.

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El parón de los genéricos

El Ministerio de Sanidad estudia nuevas armas para combatir el gasto farmacéutico, que en lo que va de año ha crecido casi un 11%. La más reciente de las opciones del departamento que dirige Ana Pastor es una revisión de los precios de los medicamentos que llevan más de 10 años en el mercado. "En ese tiempo, los laboratorios ya han tenido tiempo de amortizar la inversión realizada", señalaron fuentes del ministerio a EL PAÍS. Además, tiene otra ventaja: evita problemas legales, ya que ése es el periodo de vigencia de las patentes (el periodo durante el cual los laboratorios tienen la exclusiva de la explotación de un fármaco).

La medida va más allá de la orden ministerial que fija los nuevos precios de referencia y que entrará en vigor a finales de noviembre o a principios de diciembre. Según esta orden, se establecen nuevos criterios para fijar la parte del precio de un fármaco que subvenciona el Estado.

A partir de fin de año, el cálculo se hará por grupos en los que no importará la presentación (si son cápsulas o polvos solubles) ni la concentración (si son de 500 o de 250 miligramos de amoxicilia, por ejemplo), sino que partirá de la dosis diaria recomendada (por ejemplo, 1.000 miligramos de amoxicilina al día, independientemente de que se tome en cuatro pastillas de 250 o en dos sobres de 500). El precio de referencia será la media de los tres productos similares más baratos. Se mantiene el requisito de que exista un genérico disponible. Si un usuario quiere un fármaco más caro, deberá pagar la diferencia.

El precio de referencia es el máximo que el Servicio Nacional de Salud está dispuesto a subvencionar, y depende del tipo de beneficiario de la Seguridad Social. Los trabajadores sólo pagan el 60% del precio del medicamento recetado, los enfermos crónicos el 10% y los jubilados, nada (con la excepción de los de algunas mutuas).

Primer paso

Pero esto es sólo un primer paso. La fecha del siguiente dependerá de si se produce el ahorro esperado (unos 300 millones de los casi 9.000 millones que gasta el sistema en medicamentos, según los cálculos más conservadores de algunas fuentes de Sanidad). La iniciativa entraría en vigor a mediados de 2004.

La idea (que de momento está en estudio, pero "con la intención de llevarla a cabo", según el ministerio) consiste en revisar los precios de cualquier producto que lleve más de 10 años en el mercado, exista un genérico equivalente o no. El sistema de cálculo de los nuevos precios no está definido todavía, aunque la idea es repetir lo que se hace actualmente con los medicamentos a los que sí se aplica un precio de referencia.

Éste es el caso de las dos terceras partes (el 69%) de las cajas de medicamentos que vendieron las farmacias en 2001 (ver gráfico). Económicamente, representan el 41% de la facturación, porque los medicamentos más antiguos tienen un precio medio más bajo.

El objetivo de la medida es "racionalizar" el mercado, según fuentes de Sanidad. "No tiene sentido que dos presentaciones iguales del mismo producto tengan diferencias enormes de precios dependiendo del laboratorio que lo fabrica, y que no se les pueda aplicar un precio de referencia porque no exista un genérico en el mercado", añadieron.

Financiar la innovación

De momento, en Sanidad esperan a ver el efecto del último cambio en el cálculo de los precios de referencia. "La orden ministerial es la más importante que se ha tomado en este sentido en España", afirmó García Alonso. "Su objetivo es conseguir un equilibrio que permita financiar los medicamentos más innovadores [y más caros]", añadió. Por ejemplo durante este año, la Agencia Española del Medicamento ha aprobado productos como el pegfilgastrim, que ayuda a combatir la caída de defensas en los enfermos de cáncer tratados con quimioterapia y cuyo precio de venta del laboratorio supera los mil euros.

En el mercado español había, a principios de año, unos 1.500 principios activos (la molécula que tiene las propiedades terapéuticas) agrupadas en 5.000 especialidades (por ejemplo, 24 cápsulas de 500 miligramos de amoxicilina) que se venden en 14.000 presentaciones distintas (aquí ya entran las distintas marcas), según el Catálogo de especialidades farmacéuticas de 2003 del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. En lo que va de 2003, la Agencia del Medicamento ha aprobado otros 21 principios activos.

Una parte de los medicamentos (más de 2.000 presentaciones correspondientes a 68 principios activos) ya están incluidos en el actual sistema de precios de referencia, porque para ellos existe un genérico. La idea de Sanidad es extender este precio máximo subvencionado a los demás, aunque no haya un fármaco sin marca equivalente. El nuevo cálculo no se aplicará a los medicamentos de uso hospitalario.

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