Hogar, listo hogar

En la casa de Víctor Estévez, en Mataró, la inteligencia rebosa por todos los ladrillos. La habitan cinco personas y un perro, y algunos de los aparatos están controlados por ordenador. Desde la iluminación hasta la temperatura y la seguridad. Estévez es ingeniero técnico y un empresario de la domótica, la nueva disciplina que promete facilitar la vida bajo techo. Por ello ha convertido su hogar en un mostrador para promotores inmobiliarios y otros clientes, que pueden comprobar cómo convive una familia en una casa cibernética.

¿Qué es la domótica? Esta tecnología trata de integrar todos los aparatos y electrodomésticos del hogar con funciones de comunicaciones, seguridad y energía.

Para transformar un hogar convencional en uno inteligente se puede comenzar por el bricolaje instalando unos sencillos temporizadores. Nada domótico, según los expertos, pero por un puñado de euros regulará desde el enchufe algunas lámparas o encenderá la estufa eléctrica. Siguiendo con el "hágaselo usted mismo", también se venden por 200 euros kits domóticos bajo el estándar X-10, que automatizan relativamente la casa aprovechando la red eléctrica. Otro sistema es la radiofrecuencia. "Se puede comenzar a hablar de domótica a partir de 600 euros", calcula Xavier Passaret, del Instituto Cerdà. Es el límite entre que los aparatos funcionen independientemente o interrelacionados con los demás. Es decir, que si salimos de casa se cierran las persianas, se activa la alarma y se apagan todas las luces.

Vigilancia anticacos, alarmas técnicas, contraincendios, para fugas de gas e inundaciones, gestión de la energía, videoporteros y telecontrol de la casa desde el móvil o Internet son algunos beneficios de la domótica. Deben cumplir tres mandamientos: confort, seguridad y ahorro energético.

En el caso de Estévez ha sido una reforma con todas las de la ley: ha gastado 12.000 euros, en buena parte porque es un hogar de 300 metros cuadrados y utiliza mandos avanzados bajo la norma EIB, amparada por más de un centenar de fabricantes. Tras nueve meses, la experiencia es buena: "Es más cómodo vivir en una de estas casas", destaca.

Por ello, cuando se acaba el bricolaje y comienza la alta tecnología, lo mejor es acudir a los integradores de sistemas, recomienda David Oliver, secretario de la asociación española de domótica Cedom. A pesar de estar en la cola en cuanto a casas inteligentes (se calcula que existen unas 50.000 viviendas con cierto grado de automatización), España cuenta con una de las legislaciones más avanzadas en instalaciones domóticas de Europa, lo "que garantiza una forma de operar correcta y fiable por parte de los instaladores", añade Oliver. Pere Salcedo, instalador especializado en domótica, ha realizado unas ocho instalaciones en grandes torres de hasta 800 metros cuadrados "y todos han quedado muy satisfechos".

Algunos promotores inmobiliarios han comenzado a diferenciarse con preinstalaciones domóticas en viviendas unifamiliares de nueva construcción, que incrementan entre el 0,5% y el 1% el valor de la casa. Introducir el último grito "es todavía un lujo", dice el ingeniero-usuario Estévez. Xavier Passaret asegura que el 75% de las soluciones se instalan en viviendas nuevas. Las soluciones más sencillas salen por 1.000 euros. El problema en el que coinciden los expertos es la falta de estándares en los sistemas de comunicación de los aparatos. A eso se añade "la falta de estudios de lo que quieren los usuarios", añade Passaret. Algunas compañías han decidido especializarse en el mercado de la teleasistencia: Sistemas para Viviendas Inteligentes proyecta desarrollar unas viviendas tuteladas para ancianos, comenta Julián Mendoza.

¿Problemas? Al depender de la energía eléctrica, cuando cae el suministro los sistemas se paralizan. "Pero emite un aviso al usuario y se puede programar para que cuando vuelva la luz el sistema actúe", explica Salcedo. Por ejemplo, cerrando las persianas y el gas. Con la alarma no hay demasiadas dificultades, ya que existe la posibilidad de conectarlas por la vía de la telefonía móvil.

Estévez, que utiliza una llave digital para acceder a su domicilio, quiere convencer a la comunidad de vecinos para instalar este tipo de cerraduras en el garaje de 200 plazas. "Es muy segura y evitará confusiones". Funcionan por radiofrecuencia, con claves cifradas, y son programables. Así, la misma llave permite autorizar el acceso al edificio a determinadas personas en horarios convenidos; por ejemplo, el servicio de limpieza. Todo queda registrado.

"Lo importante es integrar las posibilidades que la tecnología nos ofrece en una sola red de comunicación: que los sistemas de seguridad, comunicación, ocio, gestión energética, etcétera, puedan interactuar y no funcionen por separado", explica David Oliver. Las funcionalidades de telecontrol son muy apreciadas por la gran mayoría de usuarios, ya que permiten tener la tranquilidad que su casa está bajo control, añade.

Mientras aumenta el control automático del domicilio, quizá el próximo paso sea su robotización. De momento, existe un diminuto robot aspiradora que por 400 euros limpia el suelo a cambio de unos vatios / hora.

- Ingeniería Integral Inteligente. Camí de la Geganta, 119, Mataró. Teléfono 620 16 30 15, www.i3-bcn.es

- Aike. Agricultura, 24, Sabadell. Teléfono 93 727 44 59, www.aike.com

- Sistemas para Viviendas Inteligentes. Muntaner, 531. Teléfono: 93 211 29 57, www.viviendainteligente.com

- Domotica.Net. www.domotica.net Casadomo: www.casadomo.com

- Asociación domótica. www.cedom.org

- Instituto Cerdà. www.icerda.es