El PP quería culpar a Zapatero y Simancas de la "traición" de Tamayo y Sáez

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la Federación Socialista Madrileña (FSM), Rafael Simancas, iban a ser ayer declarados oficialmente, a iniciativa del PP, los "auténticos responsables" de la crisis institucional en la Comunidad de Madrid por el "grave incumplimiento" de sus compromisos con Renovadores por la Base, la corriente a la que pertenecían los tránsfugas Tamayo y Sáez. Ése era el núcleo del dictamen que la comisión de investigación había aprobado por la mañana por un solo voto: 55 de los populares frente a 54 de IU y PSOE. Pero el dictamen decayó por la noche al votar en contra los propios tránsfugas.

El portavoz del PP en la comisión, Antonio Beteta, desgranó en el debate de la mañana una letanía de acusaciones tanto contra el PSOE como partido por incluir a los traidores en sus listas electorales, como contra "el clan del señor Simancas", a quien culpó de "delincuencia política" por apuntar al secretario general del PP de Madrid, Ricardo Romero de Tejada, como "capo de la trama".

Beteta, como imbuido del espíritu de Emile Zola ante el caso Dreyfus, comenzó reprochando a Zapatero, Simancas y el secretario de organización del PSOE, José Blanco, "no haber hecho nada" a pesar de conocer la disposición de Tamayo y Sáez de ausentarse de la sesión de constitución de la Asamblea de Madrid el día 10 de junio. El portavoz popular descartó que detrás de la espantada de Tamayo y Sáez haya existido "delito de cohecho, conspiración o trama alguna", como defienden PSOE e IU, y subrayó la "ineptitud política" de Zapatero por acusar "sin pruebas" al PP. Beteta vinculó una vez más la situación de bloqueo institucional que vive la comunidad de Madrid a las "disputas internas entre los diferentes sectores del socialismo madrileño". "Yo les acuso de haber colocado a la Comunidad en una crisis institucional. Yo les acuso de tener un partido muerto, un partido inoperante. Yo les acuso de haber imputado hechos delictivos al PP a pesar de tener decisiones judiciales en contra".

El dictamen propuesto por el PP recogía punto por punto las razones que adujo Tamayo ante la comisión de investigación para explicar su espantada: el descontento de los Renovadores por la Base por no tener una representación del 43% en las listas, como presuntamente habían acordado con Zapatero en marzo de 2002 y la existencia de un pacto de gobierno con IU, que, según las conclusiones, "mermaba considerablemente las posibilidades de acceso al poder de la corriente de Renovadores por la Base".

Beteta recurrió a su metáfora predilecta, la del calamar que esparce su tinta, para culpar a los socialistas de tapar su "nefasta actuación" en la crisis política en la Comunidad de Madrid y las "luchas cainitas" en la FSM. Sin embargo, algunos líderes del PSOE que han hecho autocrítica se libraron de las invectivas del portavoz popular: "Hay que felicitar el valor de la diputada socialista Cristina Alberdi que ha dicho que ha sido un grave error cómo se ha gestionado esta crisis". Beteta también incluyó en la nómina de los "valerosos" al presidente de Castilla-La Mancha, José Bono; el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, al ex presidente madrileño Joaquín Leguina o al ex dirigente vasco Nicolás Redondo Terreros.

El portavoz del PP destacó el convenio que Simancas firmó con la gestora de cooperativas de vivienda Agecovi semanas antes de las elecciones y con la presencia de numerosos medios de comunicación, para la construcción de 50.000 viviendas. Y atribuyó al PSOE un curioso delito: "Corrupción en grado de tentativa". "Afortunadamente al no haber tenido el Gobierno de la Comunidad no han podido consumar una circunstancia tan absolutamente grave, tan absolutamente corrupta como es entregar 50.000 viviendas a un grupo de empresas formadas por militantes, concejales y altos cargos del PSOE, con el objetivo de forrarse", aseguró.

El PP ha sido víctima de espionaje telefónico, por la publicación de las llamadas entre Tamayo, Romero de Tejada y el abogado José Esteban Verdes, según el dictamen. "Yo acuso al PSOE de violar derechos fundamentales por el uso ilegítimo de las llamadas de los teléfonos, del cual tendrá que responder ante los tribunales de justicia", dijo.

El dictamen aprobado por el PP finaliza reprobando "especialmente" a la portavoz adjunta del PSOE en la Asamblea de Madrid, Ruth Porta. "Yo acuso al PSOE de que sus miembros en esta comisión han mentido por acción, como doña Ruth Porta Cantoni, que debería de haber abandonado por vergüenza la portavocía adjunta del PSOE". Y por omisión mintió su marido, el economista Enrique Benedicto, según Beteta. "Sus silencios significativos, sus medias palabras, sus falsedades son las que han puesto de manifiesto que es un instrumento político del tándem Simancas-Porta".