Batasuna amplía su desafío al convocar concentraciones abiertamente
La ilegalizada Batasuna ha elevado el listón de su desafío a las instituciones, al convocar abiertamente para el próximo martes concentraciones frente a sus sedes clausuradas, justo cuando se cumple un año del cierre de las mismas por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Pamplona y el consulado español en Bayona (País Vasco francés) serán el escenario de las movilizaciones que ayer anunció en la capital guipuzcoana el parlamentario de Sozialista Abertzaleak (formación que sustituye a Batasuna en el Parlamento vasco), Joseba Alvarez.
En esta ocasión, los dirigentes de Batasuna no han recurrido a un particular sin aparente vinculación con esta formación, como los que convocaron las tres manifestaciones que han celebrado en lo que va de agosto y en las que han participado de una manera destacada. El recurso a estos ciudadanos ha permitido a Batasuna sortear las prohibiciones, celebrar marchas en San Sebastián y Bilbao y mantener su pulso con el Gobierno central, a base de reactivar la presencia en la calle para compensar la práctica desaparición institucional.
Sin embargo, Batasuna, partido ilegalizado y disuelto por el Tribunal Supremo el pasado 17 de marzo, realiza ahora una convocatoria abierta, sin recurrir a nadie. La Ley de Partidos, en su artículo 12, es taxativa al declarar que cualquier partido disuelto judicialmente (caso de Batasuna) cesa inmediatamente en sus actividades. Con la nueva convocatoria, Batasuna se enfrenta también, abiertamente, con la consejería de Interior del Gobierno vasco.
Decisiones contradictorias
El departamento dirigido por Javier Balza ha tenido que soportar fuertes críticas del Gobierno central y de los partidos de la oposición en Euskadi, PP y PSE, por autorizar la última marcha, celebrada el pasado viernes en Bilbao. Aunque comunicada oficialmente por una mujer de 90 años, la manifestación fue capitalizada, como en ocasiones anteriores, por los dirigentes de Batasuna.
El Departamento de Interior prohibió las manifestaciones convocadas para los días 10 y 15 en San Sebastián esgrimiendo los autos del juez Garzón por los que suspendió cautelarmente las actividades de Batasuna, pero autorizó la de Bilbao argumentando que no había riesgo de incidentes y haciendo una lectura parcial de las últimas resoluciones judiciales sobre estas convocatorias.
La trayectoria cambiante de Interior ha creado malestar en medios judiciales, que sospechan que ha pretendido cargar el el Tribunal Superior vasco la responsabilidad de suspender en última instancia las manifestaciones. El Superior revocó la no autorización por Interior de la marcha del día 10, reprochándole que utilizara argumentos ya rechazados por anteriores sentencias y no aportara pruebas, y respaldó la prohibición de la del 15 (que luego la Ertzaintza toleró en un lugar distinto al previsto), después de que la consejería alegara el riesgo de incidentes.
