Zapatero reprocha a Aznar su "cobardía política y personal" por negarse a acudir al Congreso

El presidente del Gobierno debe dar ya la cara en el Parlamento y explicar las "falsedades" por las que "convocó" la guerra en Irak. Así opina el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, quien tildó ayer en Sevilla el silencio de José María Aznar como un acto de "pura cobardía política y personal". No fue un calificativo que se le escapara, ya que lo repitió en al menos diez ocasiones más. "Basta ya de esconderse y de ser cobarde, basta ya de no asumir ninguna responsabilidad", enfatizó. Pero el Gobierno no atenderá esta reclamación, pues según el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, lo que pretende es "sacar tajada" de la tragedia.

"¿Qué ha cambiado en Irak estos días? Sólo ha habido un atentado terrorista", dice Moncloa

"Aznar nunca ha asumido ninguna responsabilidad", dice Rodríguez Zapatero

Rodríguez Zapatero, que compareció junto con el presidente federal del PSOE y de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, pidió al Ejecutivo una revisión del estatus de las tropas militares españolas en Irak para que se integren como fuerzas de Naciones Unidas y no de ocupación. Pero, sobre todo, el líder socialista arremetió contra José María Aznar por mantenerse callado ante la evolución del conflicto de Irak, mientras otros gobernantes, como los presidentes George Bush y Tony Blair dan explicaciones.

La última vez que Aznar debatió en el Parlamento sobre Irak fue el uno de julio, pero en el curso del debate sobre el estado de la nación. Sin embargo, tras el envío de tropas españolas a Irak, posterior a ese debate, Aznar no ha comparecido. Lo hizo el ministro de Defensa, Federico Trillo, en la Comisión de Defensa del Congreso, en la que se debatió no sólo el envío de las tropas sino también del accidente del avión Yakholev.

Zapatero reprochó a Aznar que estuviera "muy visible" cuando transmitió, junto con el presidente de EE UU y el primer ministro británico, a través de todas las televisiones del mundo, la invasión de Irak, y subrayó: "Y ahora está escondido de pura cobardía política y personal, después de ver cómo evoluciona la situación; nunca ha asumido ninguna responsabilidad y para eludirla utiliza la vileza en sus manifestaciones o la advertencia. Ni advertencias ni vilezas, sino responsabilidades", dijo el líder socialista en alusión a las desabridas afirmaciones de Aznar acerca de que el PSOE "cifra sus esperanzas políticas" en los "féretros" de soldados españoles que puedan morir en Irak.

La reclamación de Zapatero no fue atendida por el Gobierno. El ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, anunció inmediatamente después la próxima comparecencia de la ministra de Exteriores, Ana Palacio, en el Congreso, pero descartó la de Aznar. La Moncloa no cree necesario que el presidente del Gobierno comparezca ante el Parlamento. "¿Qué ha cambiado?. Lo único que ha habido es un atentado terrorista. ¿Acaso debe comparecer Aznar si hay un atentado en Benidorm o Santander?. ¿Debe comparecer cada vez que hay un atentado terrorista? ¿Para hablar de qué, de la seguridad? ¿De que soldados españoles acuden voluntariamente a Irak para contribuir en tareas de cooperación?. No lo vemos".

Arenas solemnizó el calificativo político que Zapatero dirigió a Aznar - "cobarde"- para replicar que el secretario general del PSOE "ha insultado gravemente al presidente". Y trató de trivializar la reclamación de Zapatero de comparecencia de Aznar al situarla en el terreno partidista. "El presidente ya había advertido que la oposición iba a tratar de sacar tajada de las tragedias en Irak. La sociedad española no se merece un líder de la oposición tan irresponsable e insolvente", señaló Arenas.

A bocajarro se le preguntó a Zapatero si responsabilizaba al Gobierno de la muerte del capitán de navío y tras unos momentos de duda -se le volvió a plantear la pregunta- respondió: "La responsabilidad de la muerte es de quién ha llevado a cabo ese vil atentado contra la ONU". Pero a renglón seguido subrayó que la responsabilidad de la situación pasada y futura de Irak es "de algunos gobiernos" y el que preside Aznar, dijo, "no es uno cualquiera, sino un gobierno protagonista por la convocatoria y el impulso de la guerra".

Por ese motivo, y porque las armas de destrucción masiva por las que se invadió Irak no aparecen es por lo que Zapatero insistió en que Aznar debe explicarse en el Congreso.

El líder del PSOE no va a pedir por el momento la retirada de las tropas españolas desplazadas a Irak, porque antes quiere "escuchar" la opinión de Aznar en el Parlamento. No obstante, se inclina porque la misión militar española se reconvierta y pase bajo el mandato de la ONU.

El Gobierno tampoco atendió esta reclamación de Zapatero. Según Arenas, la propuesta de enviar cascos azules de la ONU a Irak va contra los criterios del secretario general, Kofi Annan.

El Ejecutivo defiende la inalterabilidad de su política en Irak y de sus compromisos con Estados Unidos y Reino Unido, previos a la guerra. "España tiene un compromiso para ayudar humanitariamente a los iraquíes para reconstruir su país y colaborar en el desarrollo de la resolución 1.483 de la ONU", dijo Arenas.

Y aplica también en Irak, de modo automático, su estrategia contra el terrorismo, sea islámico o vasco: firmeza e inmovilismo en la estrategia política porque "de otro modo, se hace el juego al terrorismo" pues, según el Gobierno, en Irak no hay resistencia sino terrorismo. De ahí que Arenas dijera ayer: "Son momentos para que todas las fuerzas y gobiernos democráticos estemos unidos como una piña en torno a la ONU y contra el terrorismo internacional".