LOS ESTRAGOS DE LAS FIESTAS.
Después del primer fin de semana de Aste Nagusia, Bilbao intentaba ayer recomponer su rostro. Algunas de las esculturas ubicadas en el paseo de Uribitarte, que reflejan las personales visiones de distintos artistas sobre las metas, los montones de paja de los agricultores, han sufrido los estragos de los gamberros que confunden la diversión con la barbarie. Así de derrotada se encontraba ayer la aportación de José Luis Zumeta al paseo escultórico.
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