Los problemas en el transporte aéreo salpican a vuelos españoles

El transporte aéreo se vio gravemente perturbado por el gigantesco apagón que sufre desde la noche del jueves el noreste de Estados Unidos y parte de Canadá, con centenares de vuelos anulados, innumerables retrasos y miles de pasajeros afectados. El caos se extendió, aunque de forma atenuada, hasta la terminal de Madrid-Barajas.

Siete aeropuertos -entre otros, John Fitzgerald Kennedy (JFK), en Nueva York; el de Newark, en Nueva Jersey, y el de Toronto, en Canadá-, los únicos que tienen conexiones directas con España, permanecieron cerrados durante varias horas antes de restablecer poco a poco el servicio.

En el JFK, la terminal asignada a los vuelos de Iberia seguía al final de la tarde de ayer sin suministro de energía, según informó la portavoz de la compañía. De los dos aviones que volaban el jueves por la tarde, uno llegó justo antes del apagón y el otro, después. Los pasajeros, afirma, tuvieron que permanecer varias horas a bordo de los aparatos por razones de seguridad. Una vez en tierra, los controles de aduana, ya reforzados últimamente a causa de amenazas terroristas y que generalmente se hacen gracias a sistemas electrónicos, tuvieron que efectuarse de forma manual y con importantes retrasos.

Los dos aviones que llegaron en la noche del jueves a Nueva York debían regresar a Madrid ayer con llegadas previstas a las 7.00 y las 10.20, respectivamente, pero en la tarde todavía no habían salido. Iberia informó a última hora de la tarde de ayer que, según la últimas noticias de EE UU, uno de los aviones podría viajar con los pasajeros que pudieron llegar hasta el aeropuerto y las formalidades de embarque se efectuarían de forma manual.

Anulaciones

La compañía española tenía, además, previsto ayer dos vuelos desde Madrid hacia Nueva York. Uno fue anulado rápidamente, y el otro a última hora de ayer a falta de autorización para volar. Las rutas aéreas entre España y otras ciudades de América del Norte, salvo Toronto, no se vieron afectadas.

En Barajas, según informa AENA, la empresa que gestiona los aeropuertos españoles, otras compañías padecieron importantes perturbaciones. Delta y Continental, que tenían vuelos previstos desde y hacia JFK y Newark, respectivamente, tuvieron fuertes retrasos, pero pudieron finalmente viajar. Air Canadá fue la única aerolínea que canceló sus vuelos hacia Toronto.

En el resto de Europa, todas las compañías sufrieron graves retrasos. British Airways, Air France y Lufthansa anularon varios vuelos, y un avión de Virgin Atlantic con destino a Nueva York tuvo que dar la vuelta en pleno vuelo para regresar a Londres.