Un vertido obliga a desalojar a miles de bañistas en la Costa Brava

Los aspirantes a bañistas que en la mañana de ayer llenaban la playa Gran de Tossa de Mar (Girona) tuvieron que elegir entre limitarse a contemplar el mar desde la arena o cambiar de playa. Una gran mancha de gasoil desaconsejaba el baño y obligó a izar la banda roja en esta playa de la Costa Brava.

El vertido, de más de 20 litros de gasoil, procedía de un hotel y se detectó el jueves por la noche, cuando unos vecinos alertaron de que el agua olía a petróleo. A mediodía, la playa recuperó la normalidad, aunque se mantuvo la prohibición de bañarse en la zona de Es Racó, por donde se filtraba el gasoil.

La imagen de la playa Gran de Tossa por la mañana era insólita, con un sol de justicia, la arena abarrotada de toallas y turistas y nadie en el agua. Socorristas y agentes de la policía local se encargaban de informar de la prohibición a todo aquél que se acercaba. "No hemos tenido ningún problema; la respuesta de la gente está siendo muy buena. Lo entienden", explicaba la socorrista Silvana Carrato.

Durante todo el tiempo que duró la prohibición de bañarse, tres embarcaciones de la Agencia Catalana del Aigua (ACA) trabajaron para diluir la mancha. Las tareas de limpieza se concentraron en remover el agua con difusores para intentar diluir la mancha y se evitó la utilización de cualquier tipo de producto químico.

El gasoil llegó al mar a través de la desembocadura de aguas fluviales, donde fue a parar a raíz de una conexión deficiente desde una cuba de suministro a un hotel de la localidad.