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Reportaje:

A la mina con muletas

Un barrenista con lesiones en la columna vertebral, obligado a reincorporarse al trabajo en León

Antonio Piris, barrenista, de 34 años, acudió ayer a las ocho de la mañana, apoyándose en las muletas y encorvado en ángulo recto, a la mina Peñarrosa de Santa Cruz del Sil (León), de la empresa minera Uminsa, para reincorporarse a su puesto tras 28 meses de baja y sin que los terribles dolores de columna que padece desde entonces se hayan mitigado.

Piris sufrió un accidente cuando barrenaba, y quedó con varias hernias discales. Desde ese día anda con mucha dificultad con las muletas y su vida es un verdadero infierno. Tiene que usar parches de opiáceos y tranquilizantes y está en tratamiento psiquiátrico. Pero esas recetas de la Seguridad Social no impiden que un hombre en su estado tenga que volver ahora a barrenar y a manejar explosivos.

La empresa le denegó la ambulancia que solicitó ayer cuando el dolor le imposibilitó trabajar

Ayer, de madrugada, su mujer, Begoña Aramazana, le tuvo que vestir como cada día, y un amigo le trasladó en coche desde Toreno a Santa Cruz, a unos 15 kilómetros, ya que su movilidad es tan sólo de un 30%.

El minero duerme en el sofá desde hace 28 meses. Los dolores son tremendos en la cama y prefiere "estar recostado que echado". Desde marzo la mutua laboral Ibermutuamur ha puesto un detective al pie de la casa del minero, denuncia el abogado de Piris. "En vez de perseguir a un enfermo podrían poner remedio administrativo", dice el letrado.

Cuando ayer pisó el pozo tras dos años y medio, un amigo le calzó las botas y le puso el mono para entrar en la galería. Le acompañaban unos compañeros atónitos por lo que veían.

La decisión de que Piris vuelva a la mina es de un tribunal médico del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que determinó que estaba totalmente recuperado incluso para cargar maquinaria de más de 25 kilos.Teótimo González, secretario provincial del INSS, no contestó ayer a las llamadas de este periódico para conocer el motivo de la decisión y el organismo negó a la reportera el acceso a los miembros del tribunal médico.

Pasaban las 8.30 de ayer cuando, tras pasos muy lentos a la entrada de la galería, un "dolor insoportable" en la zona lumbar obligó a Piris a pedir el traslado a un hospital en ambulancia. "Pedí que me auxiliaran, no podía resistir el dolor y, en vez de ayudarme, pasaron de mi", explicó por la tarde. De hecho, una revisión médica de la empresa y más tarde una consulta a Ibermutuamur consideraron que no era "para tanto", que no le dolía "para morirse", según algunos comentarios de testigos y, al no haber existido accidente, no se le facilitó la ambulancia.

Piris tuvo entonces que llamar a un vehículo del 061, que le trasladó a urgencias del hospital del Bierzo, donde el médico le recomendó, tras examinarle, "reposo absoluto", situación habitual en los últimos 28 meses. Por la tarde, Piris interpuso denuncia ante la Guardia Civil contra los servicios médicos de la empresa e Ibermutuamur, por delitos contra la seguridad de los trabajadores y omisión de socorro. Luis Nogal, delegado de Ibermutuamur en León, declinó explicar la conducta de la mutua.

La incertidumbre para el minero es ahora que, si no se reincorpora en tres días al trabajo, le puede costar el despido, ya que se entendería como baja voluntaria y se extinguiría el contrato, según argumenta. "Antes de no poder dar de comer a mi familia, voy a rastras". Amigos y familiares acudieron ayer a casa de Piris para darle ánimos y ayudarle.

Un portavoz de la empresa Uminsa reconoció que, en ese estado, Piris "no pinta nada en la mina". Agregó que podrían tenerle en una silla las ocho horas de la jornada laboral si el asunto no se arregla. El lunes, Piris está dispuesto a acudir al tajo con la ayuda de sus familiares y amigos.

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