Nueve psicólogas denuncian a una academia que cerró sin darles el curso en el que se habían matriculado

Nueve psicólogas han presentado una denuncia por supuesta estafa contra los directivos de la sociedad Centro Quiral Recursos de Psicología, SL, situada en la calle de Príncipe de Vergara. Afirman que el año pasado se matricularon en un curso sobre psicología y que, tras dos meses de clases, éste se interrumpió y no han recuperado el dinero que adelantaron por la matrícula.

El nombre del curso en el que se matricularon era Experto en psicología infantil y juvenil: evaluación y tratamiento. Las nueve psicólogas se enteraron de su existencia en septiembre del año pasado a través de folletos publicitarios. En ellos se decía que la Comunidad otorgaría a los asistentes al curso 20 créditos y se matizaba que el curso empezaba en octubre de 2002 y concluía en junio de 2003. Las alumnas pagaron 108 euros por la matrícula, al margen de mensualidades de 150 euros.

Hasta diciembre, todo transcurrió con normalidad. Pero el jueves 16 de enero de 2003, dos directivos de la academia les informaron, según las alumnas, de que se suspendía el curso por problemas entre los socios de la firma. Más tarde, otro directivo les reiteró que el curso se aplazaba y que pronto se pondrían en contacto con ellas para indicarles cuándo se reanudarían las clases. Pasado un tiempo sin noticias, las alumnas preguntaron a empleados de la sociedad por el curso y éstos respondieron que llevaban meses sin cobrar, incluso desde antes de iniciarse el curso objeto de esta denuncia.

Marta Cilleros García es una de las ocho psicólogas afectadas. Ella se enteró de la existencia del curso a través de la UNED, donde recogió el folleto informativo. A Cilleros le dio confianza el curso por el hecho de que en el folleto se indicaba que éste disponía del aval del Colegio de Psicólogos, de la Universidad San Pablo-Ceu y de la Comunidad de Madrid.

Cuando surgieron los problemas, las denunciantes llamaron al Colegio de Psicológos, cuyos responsables se desentendieron del curso e indicaron que el colegio se había limitado a recibir y exhibir los folletos informativos.

Los profesionales pagaron sólo los dos meses de las clases; el tercer mes no lo abonaron, puesto que ya se habían suspendido las clases, aunque la matrícula estaba pagada. El curso incluía clases prácticas y teóricas. Las primeras nunca se llegaron a impartir. "Éramos unas doce alumnas y todas pensábamos que íbamos a aprender bastante", dice Cilleros.

Para participar en el curso, las denunciantes tuvieron que hacer entrevistas personales y aportar sus currículos. "En la actualidad, el centro está cerrado", según Cilleros. El asunto, ahora, está en la vía judicial. El juez las ha llamado para que ratifiquen la denuncia.