Guía para médicos contra el maltrato

Además de la violencia física y psicológica, muchas víctimas de maltrato soportan la carga del silencio. "No es frecuente que una mujer, un anciano o un niño que sufren malos tratos lleguen a la consulta y hablen directamente de ello. El problema extra en esos casos es que muchos médicos no se animan a preguntar", dice Carmen Fernández Alonso.

Fernández Alonso es especialista en medicina familiar desde hace 21 años y ha redactado una guía sobre violencia doméstica que editará en septiembre el ministerio de Sanidad y Consumo.

El documento es de carácter técnico y orientativo. Está destinado a médicos de atención primaria y se ha elaborado sobre la base de cinco años de trabajo de varios profesionales de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria(SEMFYC), en el marco del programa de actividades de prevención de la institución.

La edición de este trabajo, vista desde el ministerio de Sanidad, intentará fomentar "la detección precoz y el abordaje integral" de los malos tratos, desde el ámbito sanitario y se enmarca en el II Plan Integral contra la Violencia Doméstica 2001-2004.

La guía "analiza la situación epidemiológica del problema", reflexiona sobre sus causas y sugiere, además, los pasos que deben seguir los médicos ante ellos.

"Hoy la detección puede tardar entre 5 y 12 años desde el primer golpe", precisa Carmen Fernández Alonso. Se intenta, por tanto, que esta "herramienta de trabajo" permita achicar esos plazos, gracias a la ayuda de los médicos de familia, que por su condición de tales tienen posibilidad de ganarse la confianza de la víctima.

Lo primero, dice Fernández Alonso, es concienciar a los profesionales y promover un cambio de actitud. "Hay que empezar por asumir que la violencia familiar es un problema de salud, que deja secuelas físicas y psicológicas, y no sólo un problema social" como se lo entiende hasta hoy. "El médico de familia se encuentra en un lugar privilegiado para colaborar en la detección", agrega. Esto es así porque, según el SEMFYC, hasta un 90% de mujeres maltratadas pasa por la consulta de atención primaria en el año siguiente de la primera agresión.

La mayoría de ellas, sin embargo, no reconoce el problema en primera instancia. Es allí donde los especialistas deben entrenarse para leer entrelíneas.

La guía orienta sobre signos y señales de alerta para sospechar la existencia de maltrato. Los indicios pueden ser muy diversos, apunta Fernández.

Un paciente que acude frecuentemente a la consulta, con ansiedad, quejándose de dolencias diferentes en cada oportunidad, "puede ser el primer signo de una situación de extrema vulnerabilidad". El médico en esos casos debe animarlo a hablar, preguntar y escuchar hasta confirmar o desestimar las sospechas de malos tratos.

Una vez que se ha llegado al diagnóstico, la guía señala que el especialista debe valorar qué nivel de riesgo existe en ese caso concreto. "Los pasos a seguir son distintos si el riesgo físico es inminente o no, pero siempre se apunta a un abordaje integral".

Esto es, a que el médico de familia elabore un plan de seguimiento de cada historia contactando al juez interviniente, a la casa de acogida (en caso de que sea necesaria), al pediatra de los menores involucrados (si los hubiera), indicando atención psicológica, etcétera.

Desde el punto de vista legal, la reciente entrada en vigor de la orden de protección obliga a los médicos a denunciar estos casos. Todos los centros sanitarios deben informar a los jueces de cualquier situación sospechosa, una obligación que antes regía sólo para los casos de maltrato infantil. En lo que va del año, al menos 46 mujeres han muerto en España a manos de sus maridos, novios o ex parejas.