Más competencia para la banca
Bancos y cajas sobreviven a los bajos tipos con más volumen y comisiones, pero este semestre se enfrentan a una mayor competencia
Los bancos y cajas de ahorros han demostrado que saben navegar en aguas revueltas. La banca ha suplido la caída de márgenes (con los tipos de interés al 2,2%) con un mayor volumen de negocio y comisiones más altas. Este terreno es más propicio para las entidades pequeñas que para las grandes. Para la segunda mitad del año se espera un aumento de la competencia, con la aparición de agresivos productos comerciales, y una ligera reducción de tipos. El resultado será más presión para los márgenes y, en consecuencia, para la cuenta de resultados. El consuelo para los banqueros es que el PIB sigue fuerte (es decir, puede crecer el crédito) y el ahorro se mantiene. El barco todavía aguanta.
El Popular y Caja Madrid obtienen casi el mismo beneficio, pero el banco tiene un 30% menos de negocio y de gastos, con 130 oficinas más
Los dos grandes, SCH y BBVA, han defendido sus cuentas con menores gastos, fuertes campañas comerciales y mejores ratios de capital
Los analistas creen que los tipos seguirán bajos y las entidades continuarán subiendo comisiones y recortando gastos para ser rentables
El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) sigue siendo la entidad líder en beneficios en su negocio de banca comercial en España, con 604 millones de euros hasta julio pasado, si bien esta entidad incluye el resultado obtenido en Portugal. El segundo puesto lo ocupa La Caixa (478 millones) seguido de cerca por el Santander Central Hispano (455,6 millones), excluyendo a Banesto. Estos son los tres colosos de la banca comercial en España, que suman 23 millones de clientes, pero con estrategias muy diferentes. Mientras la caja catalana crece sin parar, y sin importarle mantener los peores ratios de eficiencia, los dos grandes bancos buscan agrandar su nicho en un mercado casi saturado; y, además, no quieren aumentar los gastos.
En el otro lado, están los que han ganado hasta junio menos de 350 millones, donde Caja Madrid y el Banco Popular mantienen su pugna particular. Hasta ahora, la batalla está a favor de la entidad dirigida por Ángel Ron (Popular), ya que consigue casi el mismo beneficio con un 38% menos de depósitos y un 15% de los créditos de los que tiene Caja Madrid. El Popular tiene igual plantilla que la caja (12.300 empleados), pero el 30% menos de gastos, lo que explica el récord de eficiencia y rentabilidad que tiene el banco. La fortaleza de capital, hace un año más débil en algunos casos, ahora está en sus mejores momentos.
Cuestión de sucursales
Comparando las cifras del SCH y el BBVA, se comprende por qué la entidad presidida por Emilio Botín lamentó públicamente haber cerrado 1.600 oficinas durante la fusión del Central Hispano y el Santander, durante los últimos cuatro años. El banco vasco tiene 3.384 sucursales (incluido el centenar que mantiene en Portugal) frente a 2.508 del cántabro. Pero no hay que olvidar que el líder por oficinas en España es La Caixa, con 4.667 repartidas por toda la geografía.
Banesto, filial del SCH, cuenta con 1.691 sucursales, que refuerzan al grupo consolidado SCH hasta sumar un total de 4.199. Con todo, el grupo presidido por Emilio Botín sigue por debajo de La Caixa por más de 460 sucursales. Sin duda, esta situación pesa en el SCH a la hora de analizar una hipotética venta de Banesto. Si esto ocurriera, la entidad cántabra se quedaría con menos capacidad instalada que sus dos grandes competidores y rodeado de decenas de cajas de ahorros que, en cada provincia, dominan sus mercados. Un panorama poco alentador.
Pero este recorte de empleados y oficinas ha tenido, por contra, un efecto muy positivo para el SCH. La entidad ha conseguido elevar casi un 10% el beneficio gracias, entre otras razones, a que ha reducido los costes en un 4,72%. Precisamente los menores gastos son una de las claves que este semestre ha aupado los resultados a un buen grupo de entidades, entre las que se encuentran, además del SCH, el BBVA, Banesto, Banco Sabadell y Bankinter. Para la entidad presidida por Francisco González, la reducción de costes es menor que las del SCH porque realizó su ajuste con anterioridad y tiene la red adecuada para su negocio. Desde su fusión, en octubre de 1999, decidió unificar la red de oficinas, una estrategia que se ha demostrado acertada y que no siguió el SCH.
En el futuro, los analistas no esperan nuevos recortes de gastos para Banesto, Sabadell y Bankinter, "ya que tienen las plantillas ajustadas. Incluso, alguno como Bankinter, lo único que puede hacer es aumentar su plantilla". Algunos expertos apuntan que las próximas campañas comerciales que prepara la banca "no se pueden sostener con dos empleados por oficina. Esto perjudicaría mucho la calidad de servicio, una variable cada vez más importante", según Javier Bernat, analista de Caja Madrid Bolsa. La irrupción de las grandes entidades en el mercado de hipotecarios a tipo fijo y en el de pymes, sólo es el principio. Los analistas esperan un segundo semestre con más campañas comerciales, apoyadas en TV, entre los tres grandes (el BBVA lo prepara para la vuelta del verano). Bancos y cajas medianas deberán defenderse, lo que avivará la guerra comercial.
Obsesión por los costes
La gran tarea pendiente para la mayoría de las entidad es el adelgazamiento de los servicios centrales, como reconoció públicamente Isidro Fainé, director general de La Caixa. Para ello, bancos y cajas estudian qué divisiones y qué áreas pueden subcontratar a empresas de servicios, una tarea siempre delicada por la confidencialidad de la información que manejan.
La urgencia por reducir costes ha llegado por el pánico que provoca entre los banqueros trabajar con tipos de interés del 2,2% mientras la inflación está en el 2,7%, una situación inédita en España. Los agoreros anticiparon fuertes caídas del margen de intermediación (que mide la diferencia entre lo que cobran por los créditos y lo que pagan por los depósitos), pero, hasta ahora, no se han producido. Las entidades peor paradas en este capítulo son SCH y BBVA, que están sufriendo las estrecheces del negocio doméstico.
En el caso del SCH, la caída del margen ha sido consecuencia de las agresivas campañas comerciales, si bien se ha compensado con subidas en las comisiones (+12,5%). El último éxito ha sido el del crédito hipotecario Superoportunidad, que sólo en julio colocó 1.200 millones, el doble que en un mes habitual.
El BBVA sale peor parado en esta comparación porque su margen de intermediación sólo sube un 0,7%, mientras que sus comisiones descienden un 3,6%. Los créditos del BBVA ha subido un 12,1%, más que en el SCH, pero los fondos de inversión, fuente de comisiones, han ido peor. Mientras que el patrimonio gestionado en el SCH crece un 5,5%, en el BBVA desciende un 0,2%. De hecho, el BBVA es la única de las grandes entidades donde desciende el patrimonio de los fondos.
El resto de los competidores incrementan con fuerza el cobro de servicios bancarios. El récord lo tiene Caja Madrid, que eleva esta partida un 36,5%. Según la caja presidida por Miguel Blesa, "la comercialización de productos de mercados de capitales, la intensa actividad desplegada en seguros, y, por último, en las comisiones de servicios típicamente bancarios, que crecieron un 3,1%, explican la subida". La segunda entidad que más eleva las comisiones es La Caixa. Ésta lo justifica por el ascenso del negocio en "banca electrónica, avales, cuentas, transferencias y operaciones en el extranjero".
Números rojos
Una de las comisiones que más ha elevado la banca ha sido la de cobro por tener la cuenta corriente en números rojos, una situación cada vez más frecuente en muchas familias por el elevado endeudamiento del que tantas veces ha alertado el Banco de España. Bankinter ha incrementado las comisiones procedentes de las cuentas corrientes a la vista un 39,33%. El cobro de servicios que antes eran gratuitos o mucho más baratos, es motivo de queja frecuente de los clientes, lo que se refleja en los informes del Banco de España.
Los grandes bancos han obtenido un 8% más de ingresos por comisiones, con lo que ya cubren el 60,6% del total de sus gastos. El el caso del Banco Popular, este ratio sube hasta el 74%, si bien la entidad sostiene que se debe al incremento del volumen del negocio "y no a que hayamos subido con fuerza las comisiones. De hecho, las comisiones medias de los fondos han caído", según Roberto Higuera, director financiero de la entidad.
En opinión de Alfonso García Mora, economista de Analistas Financieros Internacionales (AFI), "a los bancos y las cajas no les queda más remedio que seguir el camino de reducir gastos y aumentar los ingresos por comisiones si quieren conservar su rentabilidad". A su juicio, las entidades "son conscientes de que el euribor a un año seguirá cayendo ligeramente, al menos hasta el final de 2003 o principios de 2004, lo que les obliga a mantener activa la máquina comercial para aumentar el volumen de negocio. Sobre la evolución de los tipos, lo peor no ha pasado". García Mora recuerda que las entidades podrían tener un alivio para sus resultados "si mejoraran los mercados financieros y bursátiles porque podrían obtener más beneficios de operaciones financieras y más comisiones de valores, pero no está claro que vaya a ser así".
Precisamente la recuperación bursátil del 15% en lo que va de año y las movimientos empresarias (colocaciones de capital y OPA), ya se ha dejado notar en las cuentas. Los resultados de operaciones financieras han dejado ser el agujero negro que se tragaba lo conseguido con el negocio típico, como ocurrió en 2002. Todavía estas ganancias son escasas, pero ya empiezan a sumar en lugar de restar. Las excepciones son tres: Popular, Caja Madrid y Bankinter. En el primer caso, el banco sólo explica que "se debe a una menor actividad de negociación de activos financieros". El caso de Caja Madrid es diferente porque en 2002 incluía las plusvalías por la venta de acciones de Telefónica, ya agotadas.
Una tendencia común a todos las entidades analizadas, y también a los bancos medianos, es el incremento de las provisiones. La razón es doble: por un lado están obligados a hacerlo al elevarlos créditos y, por otro, aumenta por la provisión anticíclica del Banco de España (Foncei). Banesto, el Popular, el Sabadell y el Banco Pastor, han demostrado la fortaleza de su cuenta de resultados al incrementar las provisiones en porcentajes superiores al 40%. Estas entidades han preferido contener los resultados para evitar sobresaltos en la cuenta y, además, han sido previsores por si el futuro se complica.
Quien está viendo la luz al final del túnel es La Caixa, cuyos resultados crecen un atípico 95,6% por razones extras al negocio bancario. La entidad presidida por Ricard Fornesa se ha beneficiado -además de la mejora del negocio- por la ausencia de provisiones extras, -por los malos resultados de Telefónica y Repsol- que hundieron la cuenta de junio de 2002 (cayó un 47,4%).
Pero los buenos resultados no hacen ser optimista a Isidro Fainé, máximo responsable del negocio comercial de La Caixa. Como resumen de la situación de todo el sector, Fainé recordó, en unas conferencias en junio pasado en Madrid, que "las cosas no serán fáciles en los próximos años. Los empleados creen que tienen asegurado el sueldo de los próximos 10 años y no es así. Hay que introducir en la plantilla el afán de supervivencia".
La dudosa rentabilidad de pelear por la cuota de mercado
Las dos grandes batallas comerciales en el mercado español están situadas en el negocio de los particulares y en el de las empresas, tanto pymes como las de mayor tamaño. En el segmento de las empresas las cajas han entrado con fuerza, haciendo más incómoda y menos rentable la posición de los bancos. Hasta hace pocos años, las cajas nutrían el mercado interbancario con el pasivo captado a sus clientes. Los bancos tomaban el dinero de las cajas y lo prestaban a las empresas. Con el paso del tiempo, las cajas fueron conscientes de que éste era un negocio poco rentable y que los grandes márgenes estaban en prestar directamente a las empresas. Cambiaron de posición y empezó la batalla por las empresas, con la cuota de mercado como telón de fondo. Al mismo tiempo, los bancos han contratacado criticando "por el apoyo público y las ventajas regulatorias de las cajas".
El hecho cierto es que las cajas siguen ganando terreno a los bancos, tanto en créditos como en depósitos. En el primer semestre, las primeras han crecido un 16,8% en créditos frente al 16,1% de mayo. Esta posición duplica a la de los bancos, que acabaron mayo (último mes disponible) con un 8,8%. En depósitos, las cajas subieron un 12,36% en mayo, frente a sólo el 2,7% de sus competidores.
Sólo el BBVA de entre los grandes, se ha puesto como objetivo ganar 0,75 puntos de cuota de mercado hasta final de 2005. Los analistas creen que, por ahora, el objetivo es complicado ya que las cajas crecen a ritmos desbocados. El SCH y el BBVA juntos han perdido 1,7 puntos de cuota en créditos entre mayo de 2002 y mayo de 2003.
Javier Bernat, analista de Caja Madrid, recuerda que el verdadero ganador de esta batalla "no será el que más cuota tenga, sino el que acumule menos morosidad cuando cambie el ciclo y suban los tipos ". Los dos grandes, SCH y BBVA, están bajando su morosidad en España y han apostado por crecer con productos más seguros (los hipotecarios a tipo fijo), pero bajando precios. Esta reacción ha molestado a las cajas, que dicen que "no tiene sentido que bancos líderes tiren los precios", como manifestó José María Loza, director general de Caixa Catalunya. Quizá es la prueba de que los dos grandes han empezado a robar clientes.
Más vale el cliente conocido...
En la banca existe un dicho aceptado por todos, según el cuál el 20% de los clientes proporcionan el 80% del beneficio de la banca comercial. Es decir, lo importante no es tener muchos millones de clientes, sino cuidar a los pata negra para que no se vayan a la competencia.
Este principio explica por qué ha crecido con tanta rapidez las unidades de banca personal y banca privada en bancos y cajas de todos los tamaños y regiones. También justifica la proliferación de los sistemas informáticos que miden la rentabilidad individual de cada cliente. El resultado ha sido la reorientación de la política comercial hacia la denominada "venta cruzada", es decir, colocar a los buenos clientes el mayor número de productos.
Las ventajas de esta estrategia son dos: por un lado se eleva el volumen de negocio (con créditos al consumo, hipotecarios, tarjetas de créditos, fondos, cuentas de valores, entre otros) con menor riesgo de morosidad y, por otro, se puede incrementar las comisiones cobradas ya que se le ofrece "asesoramiento".
Bankinter y Barclays son dos ejemplos de esta política. El banco dirigido por Jaime Echegoyen ha reorientado su estrategia y ha decidido captar menos clientes que antes para centrarse sólo en los rentables. Barclays utiliza un producto original como la hipoteca remunerada de gancho para atraer clientes de renta media-alta. El Popular reduce los precios de los hipotecarios a medida que se contratan más productos con la entidad. Y el BBVA se ha puesto como objetivo elevar el porcentaje de la riqueza que gestiona de cada cliente.
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