Libertad, ¿para qué?

Al director de El Correo de Andalucía le ha caído un puro. Por tonto. ¿Pues no va el tío y entrevista el domingo pasado al presidente de la Unión de Trabajadores de Dinamarca? A quién le interesará eso. Nada, nada, expediente que te crió: por aburrido, por propaganda subversiva y por semipornografía, además, que en Dinamarca hay mucha rubia y en España mucha imaginación. Probablemente la autoridad piensa que cuando un obrero español lee una entrevista con un sindicalista danés, se le va el pensamiento hacia una nórdica sin biquini; y de la pornografía al comunismo hay un paso. ¡Deberían retirar de la televisión Pippi

Calzaslargas! Una jovencita viviendo sola con un mono y un caballo... Además, roja. Bueno, pelirroja, pero algo hay. No se rían, no se rían: recuerden al guardia municipal de Cáceres que obligó a retirar del escaparate La maja desnuda.

En Por favor acaba de publicar El Perich una noticia del 5º Canal: "Sorprendentemente, y sin explicaciones, esta semana el Gobierno no secuestra la revista Por favor". La mano que abrió Pío Cabanillas desde el Ministerio de Información se ha ido cerrando, cerrando y cerrando sobre Posible,

Destino, Triunfo, Cambio 16, Hermano Lobo... Al periodista Manuel Huertas Clavería le juzgará la semana que viene un tribunal militar por un artículo publicado en TeleExpress. A ver si un día de estos termina la guerra de 1936. Hay quien piensa que 40 años son suficientes. Don José María de Areilza lo piensa: dice que ya no se puede emplear el lenguaje del 36, y se ofrece para liderar a la mayoría que no está con los inmovilistas ni con la oposición antifranquista. Puede ser, puede ser, pero ETA mata todos los días: hoy un policía, mañana un guardia civil, y así ayuda a quienes piden mano dura.

Recién llegado Carlos Arias Navarro de la Conferencia Internacional de Helsinki, donde ha hecho el brillante papel en política internacional por el que sin duda será recordado en el futuro, se ha encontrado con un rumor: Franco planea relevarle de la Presidencia del Gobierno para colocar a José Solís. Se sugiere que Franco quiere coger las riendas otra vez. Las riendas. Ya. Como no sea las riendas del caballo del tiovivo... Los del búnker le tratan como a un pelele, le utilizan para repartirse el bollo antes de enviarle al hoyo, y se cuenta que el marqués de Villaverde se pasa las tardes en el Roxy, viendo una y otra vez El jovencito Frankestein, tomando notas por si la cosa se pone fea y hay que mantener a Franco vivo a base de rayos y truenos.

-Vaya usted a ver al generalísimo, que está muy solo -dice el Príncipe a las visitas, un poco por cortesía, un poco para recordar a todos que todavía no es Rey, como cuando vino Gerald Ford en enero, que se resistía a visitar a Franco y hubo que empujarle. Gente curiosa estos americanos. Hacen dimitir a Nixon por mentir, ¡y lo publican los periódicos!

Venga, les cuento un chisme: para lograr el cese de Cabanillas, mostraron a Franco un resumen de prensa española mezclado con páginas pornográficas extranjeras. "Mire, abuelo, qué tetonas y qué conejillos, mire, todo por culpa de Pío". Manuel Fraga, que desde la Embajada de Londres enreda todo lo que puede, ha visitado a Franco para exponerle, durante una hora de reloj, sus proyectos reformistas. Parece que Franco, tras escucharle educadamente, le dijo: "Sí, señora". Que va a coger las riendas, dicen.