Natra forma a cultivadores de cacao con una cooperativa de Costa de Marfil
El grupo Natra, la mayor industria del cacao de España, creó en 2001 su filial Natra CI en Costa de Marfil, primer país productor de este grano del mundo. Con el doble propósito de diversificar sus proveedores de cacao y evitar las comisiones de los intermediarios, la sociedad valenciana cerró un acuerdo de colaboración con la cooperativa Soaca para, a través de ella, comprar directamente el grano a los agricultores de un país en este momento hundido tras diez meses de guerra civil. Natra obtiene el grano a precios de productor, sin los altibajos de otras campañas pasadas, y a la vez coopera con 15.000 cultivadores de cacao de este país del África ecuatorial, garantizándoles un precio justo y apoyándoles con planes de mejora de sus cacaotales. Una delegación de Soaca visitó a finales de julio la sede de la empresa en Quart de Poblet para planificar la próxima campaña de recolección que comienza en septiembre.
La vida no es fácil en el sur. Los pequeños cultivadores de este árbol tropical originario de México e introducido por los europeos en África, viven en la precariedad mas absoluta desde que los precios del cacao se fueran abajo en los años 80 tras décadas de prosperidad. Las escolarización de los niños, los servicios sanitarios y la compra de alimentos básicos de unas 700.000 familias de cultivadores dependen de si hay o no ganancias. "Saben que deben mejorar la calidad de sus cosechas para consolidar la relación con Natra, porque solo así tendrán garantizado un precio adecuado para su cacao", explica Koffi Kouassi, presidente de la cooperativa Soaca. Para la cooperativa de Costa de Marfil es un obstáculo que pequeños países productores de cacao como Malasia superen con creces la productividad de los cacaotales de esta república africana, responsable del 40% de la producción de cacao, con 1,2 millones de toneladas por año. "Queremos que el agricultor ahorre dinero; sólo así podrá hacer frente a las necesidades familiares básicas en los años de vacas flacas", agrega Kouassi. Los agricultores saben por experiencia que el ahorro elimina también de escena a los especuladores o intermediarios que a cambio de ridículos préstamos en épocas difíciles acaban quedándose con la cosecha del año. Los cultivadores se aseguran además, cuando llevan su producción a la cooperativa, que no se les sisa en el peso y se les paga a precio de mercado, "garantías que no tienen si venden al intermediario" subraya el presidente.
Soaca está en el mercado y goza de buena fama en el país. La campaña de recolección intermedia (entre mayo y julio) ha sido favorable y los ha convertido en los terceros exportadores de cacao del país. "Consideran que hemos hecho bien el trabajo y todos hablan en Costa de Marfil de Soaca", agrega satisfecho Kouassi. Y añade: "Es evidente que el proyecto con Natra condiciona la vida de la cooperativa -toda su producción, unas 8.000 toneladas se destina a Natra-. El objetivo empresarial es reagrupar la producción de cacao y el social es luchar contra la pobreza de las familias cultivadoras".
La cooperativa intenta romper los viejos hábitos. "Son 40 años de costumbres. Los productores acuden a nosotros durante la campaña de recolección del cacao y luego desaparecen el resto del año. Pero poco a poco establecemos la confianza", prosigue. Este año, por ejemplo la cooperativa seleccionará a sus asociados dando prioridad a los cultivadores que ahorren y sean más productivos.
La inestabilidad política de los últimos meses en Costa de Marfil -un acuerdo de paz entre los bandos enfrentados se firmó en enero- añade mas obstáculos al intento de Soaca de profesionalizar a los productores. El presidente de Soaca es rotundo al respecto: "A la política le interesa el cacao y al cacao la política porque es la primera materia prima del país".
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