Propuestas urbanas pensadas para niños
Museos, bibliotecas, ludotecas y teatros ofrecen un abanico de actividades infantiles a lo largo de todo el año
El ordenador, la televisión y la videoconsola son un verdadero polo de interés para los niños, y arrancarles de su embrujo puede convertirse en una labor de titanes para los padres. Más aún si no se dispone de una alternativa con garra para conseguir atraerles hacia otros terrenos o las actividades extraescolares les han dejado exhaustos. Pero, a pesar de la seducción por lo virtual, los más pequeños siguen disfrutando con los juegos tradicionales y, sobre todo, les gusta aquello que ocurre en directo. Así lo aseguran, por ejemplo, los artistas que se dedican al teatro intantil. En Barcelona, a lo largo de todo el año proliferan las actividades culturales y lúdicas dirigidas especialmente a los niños y, en muchos casos, orientadas a la participación colectiva de toda la familia. Teatros, museos, ludotecas, esplais y los cada vez más socorridos centros privados de juegos son una forma de ocupar sus ratos libres mientras se estimula el contacto con el otro.
La cartelera barcelonesa oferta a lo largo de todo el curso una serie de espectáculos dirigidos al público infantil y familiar. En algunos teatros esto se hace de una forma regular, como en el Jove Teatre Regina y el Guasch Teatre, que tienen programaciones para niños paralelas a las de adultos. El Nou Tantarantana y el Poliorama también dedican parte de sus espectáculos a los más pequeños. Y junto a ellos hay espacios no propiamente teatrales en los que se ofrecen también espectáculos infantiles. El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona y la Casa Golferichs consagran los domingos por la mañana a la lectura de cuentos, las marionetas, los payasos, los grupos de animación. El Liceo y el Auditori son otros de los lugares en los que el público infantil tiene su espacio reservado, en este caso con espectáculos, conciertos y actividades de iniciación al mundo de la ópera y la música clásica.
Igualmente iniciático es el carácter de las actividades que a lo largo de todo el año se realizan en las bibliotecas de la ciudad. Con ellas, se pretende despertar el interés de los niños hacia el mundo de los libros y la música y estimular la creatividad mediante estrategias lúdicas de diverso tipo, como narraciones de cuentos protagonizadas por peluches inspirados en ilustraciones de libros infantiles, talleres de ilustración y cómic, juegos de escenificación, juegos de mesa y gincanas, aperitivos musicales (conciertos en los que se presentan los instrumentos y se explica el contexto social e histórico de las piezas que se escuchan), itinerarios por Collserola... Las actividades se reparten a lo largo de toda la semana (de lunes a sábado) y para la mayoría no es necesaria inscripción previa.
También en los museos se dedican esfuerzos a sus visitantes más jóvenes y se tratan de afianzar las bases del espectador futuro con talleres o actividades concretas dirigidas a los más pequeños. Los periodos vacacionales, especialmente la Navidad, son los más fecundos en este sentido, pero no son raros los casos en que se extienden a lo largo de todo el año. El Museo Marítimo de Barcelona, por ejemplo, dedica todos los domingos a explicar historias relacionadas con las estrellas; en el Museo de la Ciencias Naturales se enseña a las familias a familiarizarse con el sonido de los pájaros; en el Museo Egipcio es posible realizar una inmersión en el mundo de la arqueología...
Junto con estos centros culturales que dedican parte de su actividad a los niños, los hay que han nacido directamente pensando en ellos. Son los cada vez más extendidos espacios de juego, algunos en forma de franquicia que proliferan por los barrios de la ciudad, como los Chiqui Park o Happy Park. Son una versión moderna de las ludotecas, que continúan manteniendo plena vigencia por la dimensión pedagógica que rebasa la vocación lúdica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.