Ibarra pide a Aznar que no ponga en duda que el PSOE defiende la cohesión de España

La reunión de ayer entre el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, fue cordial y sincera, dado que coincidieron en algunos asuntos y mantuvieron sus discrepancias sobre aspectos en los que ya tenían divergencias. El jefe del Ejecutivo se comprometió a estudiar los proyectos para Extremadura planteados por Ibarra, aunque no compartió su sugerencia para "reflexionar" sobre el Estado autonómico. Ibarra pidió a Aznar que ni él ni el PP pongan en duda que el PSOE defiende la unidad de España.

"Hay personas y partidos, como el PSOE, sobre los que no se debe tener ninguna duda, en absoluto, sobre la defensa de la unidad de España. Y esto no habría ni que decirlo". El presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, transmitió ayer esa advertencia al presidente del Gobierno, José María Aznar, y la hizo pública en su comparecencia posterior ante los medios de comunicación. Rodríguez Ibarra se quejó ante Aznar de que si se discrepa de las tesis del Gobierno o del PP, "inmediatamente ese partido saca el españolímetro" y se mide al discrepante. "A mí me lo hizo el PP de Extremadura la semana pasada; ya no soy buen español", ironizó el presidente extremeño.

En este apartado -la defensa de la unidad de España, que Aznar ha planteado, a modo de queja, a todos los presidentes socialistas con los que se ha entrevistado recientemente, y que todos han rechazado- el presidente extremeño se mostró muy contundente. Rodríguez Ibarra reafirmó su tesis de que la reforma estatutaria que defiende su compañero y líder de los socialistas catalanes, Pasqual Maragall, es respetuosa con la Constitución.

El líder del PSOE de Extremadura está convencido de que se ajustan a la Constitución las propuestas de Maragall, entre otras cosas porque se las ha escuchado hace tan sólo una semana en una cena con otros líderes autonómicos socialistas, promovida por José Luis Rodríguez Zapatero.

Tras la entrevista con Aznar, Rodríguez Ibarra le reprochó al presidente del Gobierno "la deslealtad institucional" que, a su juicio, practica el Gobierno central con algunas comunidades autónomas, y en todo caso con Extremadura. Al igual que otros presidentes autonómicos socialistas, Ibarra se quejó de que las nuevas transferencias no han ido acompañadas con la dotación económica correspondiente y de que la situación se agrava por la exigencia a las autonomías de déficit cero y de suprimir el impuesto de sucesiones o de patrimonio.

Por éstas y otras razones, de tipo político e institucional, Rodríguez Ibarra pidió a Aznar que abriera una reflexión sobre la posible reforma de la Constitución, exclusivamente para modificar el papel del Senado. El objetivo sería debatir en esa Cámara los conflictos entre autonomías y con el Gobierno central. A este respecto el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, respondió que no veía necesario ningún cambio. El presidente de Extremadura pidió la colaboración del Gobierno en su plan de construcción de viviendas a un precio inferior a 60.000 euros. También le pidió respaldo para un plan especial de empleo, para su apuesta por la sociedad de la información y para agilizar la construcción de la Autovía de la Plata.