Camps lanza desde Viena una estrategia comercial hacia la "nueva Europa"

Con la firma de un acuerdo entre el Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex) y el Instituto de Comercio Exterior (Icex), ayer en la capital austriaca, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, se propuso dar un nuevo impulso de internacionalización a la empresa valenciana. "El Icex siempre ha prestado apoyo y cooperación a Valencia, pero todavía no de manera tan clara, física y evidente", dijo Camps. El acuerdo, suscrito por el secretario general de Comercio Exterior del Ministerio de Economía, Francisco Utrera, y el consejero de Industria de la Generalitat, Miguel Peralta, permitirá a la Comunidad Valenciana -que ya dispone de 23 oficinas propias en varios países- tener otras representaciones dentro de las delegaciones comerciales de España. Para empezar, se abrirá un despacho en Viena, ciudad elegida para este acto para poner de relieve la voluntad de extender el comercio hacia Europa Central. Aunque Austria, país de 8 millones de habitantes con alto nivel de vida, constituye un mercado bastante saturado, sirve por otra parte como "punto de encuentro con la Europa de la ampliación", explicó Camps. Valencia ya cuenta con oficinas comerciales en Moscú y Varsovia, y el año próximo abrirá otra en Praga.

Si bien las estrategias hacia la "nueva Europa" o del Este, "no se diferenciarán de las aplicadas ya en Asia, América y otras regiones que no tienen relación madura con nosotros", de los nuevos miembros de la Unión Europea se espera una evolución "más rápida", dijo el presidente de la Generalitat. "Una vez que estemos bien situados, ofreceremos productos que encajan perfectamente bien con el nivel de consumo avanzado", añadió Camps. La directora general de Ivex, Maritina Hernández, indicó que la estrategia más acusada será de coinversión, sobre todo en autopartes (componentes del automóvil), calzado y manufactura, "para aprovechar los elementos de competitividad" en una región donde el costo de mano de obra, aun siendo ésta muy cualificada, es un 30% inferior a España. Tanto Hernández como Camps aseguraron que este desnivel no pondrá en peligro la subsistencia de puestos de trabajo en Valencia, dado que se trata ante todo de pequeñas y medianas empresas, sin capacidad para trasladar sus plantas de producción por completo. Además, "a medio plazo, los países que se suman a la UE igualarán a nosotros sus niveles salariales", apaciguó Camps.