Crónica musicada del origen del jazz

Dicen que el jazz es uno de los estilos musicales más libres, el que mejor se presta a la improvisación y más fielmente transmite los momentos de comunión de los artistas con el público. Eso hoy, porque nació como una manifestación ligada a la esclavitud. El 38 Festival Internacional de Jazz de San Sebastián propone durante estos días una mirada a ese pasado para entender mejor su presente. Y lo hace a través de Hello Mr. Jazz, un ciclo de tres relatos-crónicas, coordinado por Luis Escalante, músico, compositor y colaborador de EITB Radio, que resume la evolución del jazz de forma dramatizada y con música en directo de tres bandas vascas, en formato de programa radiofónico de los años 50.

"La historia de hoy -Los primeros años del jazz en Nueva Orleans-

comenzó en 1619 en el estado norteamericano de Virgina, en la ciudad de Jamestown, con la llegada de los primeros esclavos africanos", presentó la crónica ayer la actriz María Jesús Garijo ante la audiencia que se dio cita en el salón de plenos del Ayuntamiento donostiarra. Estos hombres y mujeres negros y sus descendientes utilizaron la música durante doscientos años como evasión; para tratar de escapar de su cruda realidad. Pero no les fue nada fácil poder reunirse para tocar en libertad hasta, prácticamente, el siglo XX, explicó la actriz, antes de ilustrar su afirmación con una anécdota elocuente que dramatizaron Paco Sagarzazu e Ismael Pellicer.

"Vengo a ver si ya soy un hombre libre". Sagarzazu encarnaba a un mulato, hijo de una inglesa blanca y un esclavo negro de Benin, que se presenta en 1783 en una oficina del censo de Virginia. "Toco el violín y, con un par de colegas (...) nos gustaría formar un grupo de música y ganarnos unos centavos.". El funcionario, que había sufrido las consecuencias de ser nieto de una india, le responde: "Pues lo veo difícil. Su padre le jugó una mala pasada". Eran los comienzos de la aventura de la música afroamericana, cuya evolución hacia el jazz no puede entenderse sin detenerse en Nueva Orleans. En 1860 esta ciudad tenía 169.000 habitantes -el 24% negros de origen africano, un 45% de ellos libres, y el 76% restante europeos. "Para muchos historiadores esta amalgama de culturas" y la existencia de un espacio de libertad del que no gozaron los esclavos de otros Estados para expresarse, el Congo Square, hizo qie se convirtiera en "la cuna del Jazz por excelencia", dijo Garijo.

Entre los representantes de la primera generación de músicos está Sidney Bechet. Con él nació el primer estilo de este tipo de música: el Nueva Orleans, especialidad del grupo donostiarra Mac Jeara´s Band, que ayer puso sonido al relato y se metió en el bolsillo a una audiencia muy heterogénea. "Nos estamos quedando sorprendidos con la respuesta del público", reconoció Escalante, que ha apostado por ofrecer con este proyecto una plataforma a las bandas de jazz vascas. "El martes vinieron unas 200 personas a conocer el origen y desarrollo de las big bands con Ehme". Mañana será el turno del grupo Tenoklock, una formación dirigida por Patri Goialde que pondrá música al recorrido por El jazz moderno (12.30).