Nuestros agentes están ocupados
Si el señor Gallardón quiere que la Policía Municipal sea una institución respetada en esta ciudad, le queda mucho trabajo. Soy una de tantas ciudadanas más, harta de marcar el 092 y pasar media noche escuchando un contestador que me intenta hacer creer que todos los agentes están ocupados. ¿Ocupados en qué?
Llevo muchas semanas aguantando la indignación de llamar a la Policía Municipal y no recibir respuesta y de llamar al 112 (donde al menos te cogen el teléfono) para que el resultado final sea el mismo: no poder dormir por culpa de muchos indeseables sin ningún atisbo de respeto ni educación que actúan con el consentimiento de una Policía Municipal que nunca acude a este tipo de llamadas.
El colmo ha sido este sábado pasado, en el que he llegado a llamar hasta siete veces, desde las doce y media de la noche hasta casi las cuatro de la mañana, teniendo que soportar cómo debajo de mi ventana se desarrollaba una auténtica fiesta de unas treinta personas con música, bebida y hasta niños en los columpios.
Llamé a la policía, pero tuve que soportar que me colgaran el teléfono, que un agente pusiera en duda mi capacidad de entendimiento y que me dijeran que había prioridades (yo también tengo otras prioridades que pagar antes que unos impuestos que no me sirven para nada). Ni un solo coche de policía se dignó a venir.
Creo que el respeto que el señor Gallardón pide para la policía va a tener que ganárselo a pulso mostrándolo primero hacia los ciudadanos, porque, desde luego, yo no me siento en absoluto respetada.
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