Dulce Chacón reivindica en Gandia el papel de la mujer en la Guerra Civil

La escritora Dulce Chacón afirmó ayer en España que pervive todavía el "miedo a hablar" sobre los hechos que rodearon la Guerra Civil y la posguerra. Pero hay un fenómeno "más peligroso" que es el "miedo a escuchar", el de "querer negar la historia". Y uno de los más castigados por este silencio ha sido para la autora el papel de la mujer, cuya "presencia y protagonismo" en estos episodios de nuestra historia más reciente "nunca ha sido reconocido". La última obra de Dulce Chacón intenta resarcir esta deuda, "dar voz a las mujeres que nunca la tuvieron". La voz dormida, premio Libro del año en 2002 por el Gremio de Libreros de Madrid, es una "trama de ficción alimentada de esas verdades muy hondas", de los testimonios de mujeres que estuvieron presas en la cárcel de Ventas y que recogió durante cuatro años.

La escritora, autora entre otras obras de Cielos de barro (Premio Azorín de Novela en el año 2000), considera "inconcebible" que España reclame justicia para los desaparecidos en Chile o Argentina, mientras "pone trabas" a las personas que están luchando para encontrar fosas comunes y "dar una sepultura digna" a sus familiares. Chacón recordó que en España se calcula que hay unos 30.000 desaparecidos durante la Guerra Civil y la posguerra, sin contar los muertos sin descendencia, "pero nadie clama por ellos". Arremetió también contra el gobierno de José María Aznar por su actitud en la guerra de Irak. La escritora, que estuvo en Irak como miembro de la Plataforma de Mujeres contra la guerra, culpó al ejecutivo español de "haber cometido la indecencia de llevarnos a un conflicto contra la opinión popular.