Ascer reclama a Camps la mejora de las infraestructuras

El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), Fernando Diago, planteó ayer, en la primera reunión entre representantes del sector con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, las principales reivindicaciones del sector, como la mejora de las infraestructuras.

Con los datos de creación de riqueza, puestos de trabajo y aportación a la economía valenciana como contrapeso a sus exigencias, tres fueron los temas principales que Diago quiso "aportar" al análisis de la situación ante Camps, que acudió con los consejeros de Industria, Miquel Peralta, Economía, Gerardo Camps, y Territorio, Rafael Blasco: en un momento en el que el sector cerámico no pasa por su mejor momento, con un descenso en las exportaciones de un 9% en el primer cuatrimestre de 2003, las infraestructuras, el control medioambiental y el plan de minería fueron los tres asuntos en los que Diago hizo hincapié.

La mejora de las infraestructuras en el triángulo del azulejo y la ya histórica reivindicación del acceso norte al puerto de Valencia fueron dos de las reivindicaciones planteadas a Blasco. Peralta, señaló la necesidad de "concretar" estas infraestructuras pero admitió que "todavía hay que hacer un esfuerzo importante en esta materia". Habló también de la desaceleración, vaticinó una mejora económica y remarcó la previsión de crecimiento, del 3%. Dado que la competencia de China es otra de las preocupaciones de los empresarios cerámicos, el consejero de Industria quiso trasladar un mensaje de tranquilidad y apostó por que los países del sureste asiático se desarmen arancelariamente para importar productos.

Los azulejeros también mostraron su "preocupación" por el control medioambiental ya que, una vez iniciadas las inspecciones a los focos de emisión de contaminación iniciativa del anterior consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego, han tenido que pagar multas por un importe de 838.540 euros, debido a los expedientes iniciados. Además, las industrias habrán de someterse, de ahora en adelante, a medidas más estrictas, marcadas por la UE, para lo que precisarán, en muchos casos, de inversiones para su adecuación a los compromisos de Kioto.