La carrera de fondo de Alstom

La adjudicación, en 2001, a Siemens y Talgo de los 32 trenes de alta velocidad del trayecto Madrid-Barcelona desató los temores en Alstom en Albuixec. Tras hacerse pública la exclusión de la multinacional francobritánica, los sindicatos de la planta valenciana se movilizaron para tratar de arrancar al Consell un compromiso en forma de carga de trabajo que garantizara su futuro y el empleo. Esta reivindicación cobró de nuevo fuerza el pasado mes de abril, cuando se hizo pública la compra por parte del grupo Ballester de los terrenos donde se ubica Alstom en busca de liquidez con la que aliviar su deuda.

Dos de los tres concursos convocados por la Generalitat se han resuelto con distinta suerte para la planta valenciana. El tren-tram Altea-Alicante-Cap Negre se adjudicó hace unos meses a la multinacional francobritánica y se hará en Albuixec. Son nueve unidades de tres coches que deberán entregarse en el verano de 2005 y que suponen una carga de trabajo de alrededor de 220.000 horas, pero que fuentes sindicales consideran insuficiente. El concurso para la construcción de 11 tranvías para Alicante (cerca de 5.000 millones de las antiguas pesetas), al que también se presentó Alstom, se adjudicó a Siemens. Queda por concretar la ampliación de las dotaciones de las líneas 3 y 5 de Metro Valencia, más acuciante desde que la inauguración de esta última no se tradujera en más unidades de transporte. El director general de Transportes aseguró que licitará este contrato a finales de año, con lo que aumentará la flota de unidades 3900 con capacidad para alcanzar más allá de los 100 kilómetros y la de 4000, destinadas a las dos línea citadas anteriormente. Además, queda la renovación de la flota de UTAS y BW para la línea 1.