El despertar del pasado

Quien quiera saber lo que ha ocurrido en Córdoba desde la Prehistoria tiene una cita en el número 7 de la plaza de Jerónimo Páez, sede del Museo Arqueológico de la ciudad. Durante los últimos cinco meses, sus puertas han estado cerradas por obras para subsanar las deficiencias en los forjados del Patio III y parte de la Sala V del edificio, que ya han sido sustituidos.

El museo, ubicado en el Palacio de los Páez de Castillejo del siglo XVI, incluye 32.600 entradas en su registro, aunque son 2.600 las piezas expuestos al público. Este legado, que recorre la Prehistoria y las culturas Romana, Hispanovisigoda y Musulmana, lo convierte en "uno de los arqueológicos más importantes de España, equiparable a los de Mérida o Tarragona", asegura la delegada de Cultura de la Junta de Andalucía, Rafaela Valenzuela. Ayer abrió tras las reformas acometidas por el Ministerio de Educación y Cultura, titular del espacio, que concluyeron el pasado lunes. En este tiempo, la Consejería de Cultura ha aprovechado para realizar mejoras en los accesos y el espacio expositivo.

"El museo es un ejemplo de Córdoba como ciudad superpuesta a través de su historia", enfatiza la directora del Arqueológico, María Dolores Baena. Esta afirmación se explica porque el Palacio de los Páez se levantó sobre un teatro romano del siglo I y estructuras de casas del siglo XIV. El museo alberga cerámica neolítica, la primera que se conoce, procedente de la Cueva de los Murciélagos (Zuheros, Córdoba) o esculturas zoomórficas de la época Ibérica. Pero su mayor y más variada colección es de la etapa romana, especialmente las epigrafías funerarias de gladiadores "la mejores que hay en España", reseña María Dolores Baena; al igual que su colección numismática.

Las obras del Arqueológico también han dejado una amarga polémica entre el Gobierno central y la Junta. En medio de las críticas de la consejera de Cultura, Carmen Calvo, por la falta de inversión en los museos andaluces, el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Javier de Torre acusó a la Junta de retrasar la reapertura y llegó a decir que la notificación de finalización de obras la tenía Cultura desde principios de julio, cuando llegó el pasado miércoles, aunque después rectificó.