Barcelona controlará 331 terrazas de verano para evitar ruidos
El año pasado se abrieron 37 expedientes, cuyos resultados aún no están disponibles
La cuarta teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Imma Mayol, presentó ayer la campaña de verano contra el ruido en las terrazas. En ella participan ocho "promotores" que analizarán 331 terrazas de los 10 distritos de Barcelona. Estos promotores observarán si hay ruido y en caso afirmativo reclamarán la presencia de la unidad de control acústico municipal y se procederá a abrir un expediente.
Este año, la novedad son las "microzonas", espacios urbanos donde se produce una mayor concentración de locales y que, por lo tanto, son más propensos a tener ruidos que alteren el descanso de los vecinos. Los puntos más conflictivos son Ciutat Vella y Gràcia, según Mayol. En este último distrito hay dos microzonas (las plazas del Sol y Rius i Taulet) donde las cosas no acaban de funcionar, no siempre por culpa de los propietarios de los locales o de los camareros. Con frecuencia el mayor barullo se produce cuando cierran los bares y los clientes, achispados o no, permanecen en la calle hablando a voz en grito.
La voluntad del consistorio no es represora. Se trata de convencer a la gente de la bondad del silencio y de lo correcto de respetar el descanso de los otros para que deje de armar bulla. La campaña de este año afecta a 331 locales distribuidos por todos los distritos. Donde más hay es en el Eixample (73), seguido de Nou Barris (68) y Ciutat Vella (53). Pero los peores conflictos se viven en Gràcia y Ciutat Vella.
La persistencia de un local en infringir las normas puede acarrear que el próximo año no se le renueve la licencia. El pasado año se realizaron 318 inspecciones y se abrieron 37 expedientes, si bien Mayol no puedo explicar ayer el resultado de estos expedientes y si alguno había supuesto el cierre del local, aunque la información ha sido incorporada a la petición de este año.
