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Columna
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Vergüenza e hipocresía

Miguel Ángel Fernández Ordoñez

Joaquín Estefanía mostraba el lunes la paradoja de que los gobiernos de derechas están aplicando ahora el keynesianismo a la política macroeconómica, mientras que los gobiernos de izquierda que les precedieron aplicaron políticas ortodoxas. Ese tipo de paradoja puede observarse también en España en la política microeconómica -aquella que se preocupa de mejorar el funcionamiento de los mercados por medio de la privatización, la liberalización de los mercados laborales y de servicios y la defensa de la competencia- aplicada por la izquierda y la derecha.

Aunque dentro de los siete años de Aznar y de los catorce de González se podrían descubrir políticas contradictorias entre sí, se puede decir ya que, en contra de lo que se pudiera esperar, el balance en cuanto a privatización y liberalización del periodo socialista fue más profundo e intenso que el del Gobierno popular. Ha pasado ya suficiente tiempo para observar que el número de empresas privatizadas por el partido socialista fue mucho mayor que las del Gobierno popular y, sobre todo, que en el caso de la privatización socialista, la separación entre empresa privada y política, que es uno de los objetivos de la privatización, fue mucho más radical que en el caso del Gobierno del PP. El blindaje de personas próximas al Gobierno del PP ha distorsionado los benéficos efectos que en una economía de mercado trae la privatización. La privatización al 100%, una buena idea, fue desnaturalizada por la manipulación gubernamental de las empresas privatizadas.

En el caso de las liberalizaciones, tanto desde el punto de vista de la imaginación -la liberalización de horarios comerciales o alquileres en 1985, por ejemplo- como de los resultados, el periodo socialista es mucho más rico en experiencias liberalizadoras que el popular. Frente a los resultados indiscutiblemente positivos de las liberalizaciones del transporte aéreo o de la telefonía móvil de los socialistas, se observan los nulos o magros resultados de las liberalizaciones de la energía eléctrica o telefonía fija del Gobierno popular. La gente que sabe que puede elegir compañía aérea u operadora de móvil, sabe también que la libertad de elección de compañía eléctrica concedida por el PP es una farsa. En cuanto a la flexibilización del mercado laboral, no hay ninguna reforma del PP que se acerque, ni de lejos, a la importancia de las de 1984 y 1994.

Pero, siendo distintas las dos políticas, tienen un rasgo común, que es la inconsistencia entre retórica y práctica, y eso lleva a que en este caso la paradoja de que la izquierda es la que liberaliza y flexibiliza y la derecha no no se descubre fácilmente. Y es que el gobierno socialista no decía lo que hacía. Su política de privatización y liberalización se hizo con vergüenza. Pese a que el Gobierno de González fue el primer Gobierno de izquierda -incluso antes que el neozelandés- que situó la mejora del funcionamiento de los mercados como un elemento esencial de su política económica, dedicó poco o nada de su tiempo a vender y airear dicha política, a diferencia, por ejemplo, de lo que hace ahora Blair.

En el caso del Gobierno del PP, hay una falta de sintonía entre lo que dice y lo que hace, pero en este caso sucede al revés, pues el PP proclama que su política es liberalizadora. Si el PSOE no decía lo que hacía, el PP dice que liberaliza y lo que hace es lo contrario, o, para ser honestos, no hace lo que dice. El primero es un caso de vergüenza, y el otro, de hipocresía.

Parecería razonable pedir consistencia entre lo que se dice y lo que se hace, acabando tanto con la vergüenza socialista como con la hipocresía popular. Sin duda, lo mejor para la economía sería decir lo que dice el Gobierno popular y hacer lo que el Gobierno socialista hizo. Pero hay que asegurarse que la consistencia no produzca la peor de las combinaciones, que sería mantener el vergonzante discurso socialista y la práctica hipócrita del Gobierno popular. Mucho ojo, pues, antes de pedir consistencia en política económica. mfo@inicia.es

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