Un comité de sabios certifica que EE UU no está en recesión
El NBER afirma que la economía tocó fondo a finales de 2001
La recesión económica en Estados Unidos ya es oficialmente historia. El empleo y la capacidad productiva pueden no haberlo notado, pero la recesión que comenzó en marzo de 2001 concluyó ocho meses más tarde, en noviembre, según la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER), un comité independiente formado por seis sabios. Su dictamen subraya que eso no implica que la economía esté funcionando bien.
Dos días después de que la Reserva Federal rebajara un 0,75% su pronóstico de crecimiento del producto interior bruto norteamericano, hasta una horquilla de entre el 2,5% y el 2,75% en 2003, la NBER anunció ayer que la recesión que en marzo de 2001 acabó con 10 años de expansión, el periodo de crecimiento sostenido más largo de la historia contemporánea de Estados Unidos, concluyó en noviembre de aquel mismo año, cuando el PIB volvió a crecer.
Los profesores del NBER, presididos por Robert Hall, de la Universidad de Stanford, reconocen hallarse ante una recuperación extraña, en la que factores de evolución positiva como el PIB y la productividad van acompañados de otros negativos, en particular el creciente desempleo, que precisamente ha subido del 5,6% hasta el actual 6,4% desde noviembre de 2001, cuando finalizó la contracción. De hecho, el comité confiesa que es "la evolución divergente del empleo" la principal razón por la que les ha resultado particularmente difícil emitir un juicio.
"El comité ha determinado que el punto de inflexión en la actividad económica de Estados Unidos se alcanzó en noviembre de 2001", cuando después de tres trimestres consecutivos de crecimiento negativo (-0,6%, -1,6% y -0,3%), la economía retornó al terreno positivo.
Desde entonces el PIB se ha movido con marcados dientes de sierra, en los que el pico más alto fue el 5% del primer trimestre del año 2002, que fue seguido del más bajo de todo este tiempo, con un 1,3% de crecimiento.
A ritmo lento
Los dos pasados trimestres también han sido de apagada actividad, ambos con el 1,4%. La NBER hace notar que dictaminar que la recesión concluyó hace año y medio largo, no supone "que las condiciones económicas desde ese mes hayan sido favorables o que la economía haya vuelto a su capacidad operativa normal".
Los académicos explican que han tardado en certificar el fin de la recesión porque querían estar seguros de que cualquier futura contracción quedaba claramente separada de la de marzo-noviembre de 2001. El NBER no emite juicio sobre la presente situación ni aventura cómo va a evolucionar.
Pero el empleo y la producción no se han recuperado y "de acuerdo con los datos más recientes el empleo no ha empezado a recuperarse de modo alguno", indicó el grupo. En junio, el índice de desempleo alcanzó al 6,4% de la fuerza laboral, la más alta en nueve años, y el número de personas que percibía el subsidio gubernamental por desempleo llegó al nivel más alto en dos décadas.
Los ocho meses de esta última contracción marcan un periodo ligeramente inferior al promedio de las recesiones habidas en Estados Unidos desde el fin de la II Guerra Mundial y son exactamente los mismos que duró la de 1990-91 que costó la presidencia a George Bush padre. Aquella crisis concluyó en marzo de 2001, pero no fue certificada por el NBER hasta diciembre de 1992. Bill Clinton aprovechó en su campaña electoral aquel interregno para ganar la Casa Blanca.
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