"La Marbella de los pobres"

La Generalitat insiste en responsabilizar al Gobierno central de la llegada masiva de inmigrantes a Alcarràs (Segrià) y exige la expulsión de todos los que carezcan de la documentación adecuada que ahora malviven en un campamento improvisado en las afueras de este municipio. El secretario general de Inmigración, Salvador Obiols, calificó ayer de "dantesca" la situación de los acampados y dijo que el Gobierno del PP no puede convertir este municipio "en la Marbella de los pobres".

Después de visitar el asentamiento de inmigrantes de Alcarràs, donde sobreviven en condiciones infrahumanas medio millar de subsaharianos sin papeles, Obiols se cargó de razones para exigir a la Administración central que aplique la Ley de Extranjería con el fin de acabar con un problema que se agrava de día en día. El alcalde de Alcarràs, el convergente Gerard Serra, reclamó la semana pasada la misma medida al comprobar que los servicios sociales del Ayuntamiento están desbordados. "No podemos hacer más y a mí, como alcalde, ver la situación de estas personas es algo que me revuelve el estómago", afirmó Serra.

El secretario de Inmigración de la Generalitat quiso comprobar sobre el terreno la magnitud del problema social que supone la concentración de inmigrantes en el municipio, ya que la mayoría de ellos no tienen ninguna posibilidad de encontrar trabajo en la campaña de la fruta porque carecen de documentación. Obiols preguntó a algunos inmigrantes cómo habían llegado hasta Alcarràs y éstos le ratificaron que, después de arribar ilegalmente a las costas de Canarias y Andalucía, fueron trasladados en avión hasta Madrid con los billetes pagados, un hecho que la Administración española se empeña en desmentir.

Obiols criticó al ministro del Interior, Ángel Acebes, por haber dicho que los desplazamientos de estas personas de una comunidad a otra se hacen por razones de solidaridad. "Eso no es solidaridad", señaló, "porque estamos hablando de personas, no de muebles ni de objetos. Por lo tanto, a estas personas se les ha de aplicar la Ley de Extranjería. Alcarràs no puede ser de ninguna manera la Marbella de los pobres, porque la Generalitat, los ayuntamientos y los empresarios agrícolas estamos trabajando para que las personas vivan y trabajen en condiciones dignas".Salvador Obiols volvió a reclamar para el Gobierno de la Generalitat competencias en extranjería. El PSC y ERC también comparten la postura del Ejecutivo catalán y han pedido explicaciones al Gobierno central por el supuesto envío de inmigrantes al municipio de Alcarràs. El portavoz del grupo parlamentario republicano, Josep Huguet, acusó ayer al PP de incumplir su propia legislación al no aplicar la Ley de Extranjería.

Huguet ofreció el apoyo jurídico de su formación a los ayuntamientos que decidan llevar a los tribunales al Gobierno central por la llegada de inmigrantes a las localidades de la provincia de Lleida, en especial a Alcarràs. Según Huguet, el Gobierno "promueve el delito, fomenta el trabajo clandestino e incumple la Ley de Extranjería en relación con sus obligaciones de acogida y de retorno de los inmigrantes". Por ello, consideró "positivo" que se "judicialice" la "falta de responsabilidad del PP".

El diputado republicano acusó al PP de emplear como "carne de cañón" a los inmigrantes para "jugar con la inestabilidad del mercado laboral y la cohesión" de las diferentes comunidades.ERC ha presentado una instancia oficial en la Delegación del Gobierno para que "verifique la procedencia de los inmigrantes de Alcarràs y certifique cómo han llegado hasta allí y quién ha pagado sus billetes".

El portavoz parlamentario del PSC, Joaquim Nadal, reclamó que "se aclaren las responsabilidades del Gobierno" en la llegada de ilegales a Alcarràs y defendió la transferencia de competencias a la Generalitat. Nadal acusó a la derecha de utilizar la inmigración para "conseguir votos" y reclamó que se adopten medidas para "gestionar" la situación de los indocumentados trasladados a la localidad leridana.

En los últimos días se ha intensificado la vigilancia policial en la zona para evitar problemas de convivencia en el campamento, donde ya se han producido varias reyertas. Los Mossos d'Esquadra detuvieron el miércoles a un ciudadano portugués por herir con arma blanca a otro extranjero en las duchas del campamento.