Las empresas eléctricas quieren abrir cinco centrales térmicas en la región

Las empresas eléctricas tienen previsto construir en la Comunidad de Madrid cinco centrales térmicas de producción de energía en los próximos años. En el sureste, en Fuentidueña de Tajo y, a muy pocos kilómetros, en Villamanrique de Tajo; en el sur, en Pinto y muy cerca de la capital, en Morata de Tajuña y en Paracuellos del Jarama. En total, 3.900 megavatios de potencia. Los ecologistas se oponen a la construcción de estas centrales de ciclo combinado (utilizan gasóleo y gas indistintamente) por el "impacto ambiental" que, en su opinión, generarán.

Madrid nunca ha tenido centrales térmicas de producción eléctrica por dos razones, según el responsable de energía de la asociación Ecologistas en Acción, Ladislao Martínez: por los problemas de contaminación que crearían a una zona ya muy contaminada -en Madrid viven más de cinco millones de personas- y por la falta de agua necesaria para la refrigeración de esas centrales.

"Es demasiado [las cinco plantas]. Nos preocupa profundamente el deterioro de la calidad del aire y la contaminación que se puede producir en el agua", afirma el Ladislao Martínez. Tres de las centrales proyectadas en Madrid utilizarían un sistema de refrigeración por medio de agua. Las Fuentidueña de Tajo y Villamanrique de Tajo tomarían el líquido del río que da nombre a sus pueblos, y, de igual manera, Paracuellos lo tomaría del Jarama. Esto es, aproximadamente, un consumo de 300 litros de agua por segundo, en condiciones ambientales normales, pero en verano puede llegar hasta los 460. De todo ello, la mitad será devuelto al río y la otra mitad se perderá definitivamente como vapor. Significa que entre las dos centrales que se surtirán de agua del Tajo necesitarían entre un 6% y un 10% del caudal del río a su paso por Aranjuez, aunque luego devuelvan a la cuenca la mitad de todo ello, según los datos de caudal de la semana pasada facilitados por la Confederación Hidrológica del Tajo.

Estas cifras de consumo corresponden al proyecto que Iberdrola presentó el pasado mes de abril al Ministerio de Medio Ambiente para su central de Villamanrique, de entre 800 y 850 megavatios de potencia, pero son aplicables a las plantas de Paracuellos y Fuentidueña, puesto que tienen una potencia similar, con una diferencia mínima, según Ladislao Martínez.

Las otras dos centrales, las de Morata de Tajuña y Pinto, tienen un sistema de refrigeración diferente, por medio de aire. Los ecologistas consideran que éste es un sistema "muy nuevo, del que todavía no se conocen bien sus consecuencias", señala Martínez.

En cuanto a los problemas para la salud, las centrales termoeléctricas de gas están consideradas como actividades insalubres por el desprendimiento de gases tóxicos, entre los que se encuentran gases de efecto invernadero y óxidos de nitrógeno, componentes de las lluvias ácidas y responsables de la creación de ozono troposférico, según ha señalado repetidas veces la asociación ecologista.

El ozono, cuyos niveles en la Comunidad han superado varias veces y en diferentes lugares este verano el nivel de aviso a la población, es un contaminante negativo para la salud.

Ocultismo y protestas

La empresa promotora de la central de Villamanrique, Iberdrola, afirmó hace dos semanas que en la localidad únicamente se habían realizado "estudios preliminares", cuando la memoria resumen con todos los detalles de la central, requisito imprescindible para empezar a tramitar el proyecto, ya se encontraba desde el mes de abril en el Ministerio de Medio Ambiente.

En el caso de Pinto, el alcalde del municipio, Antonio Fernández (PSOE), se declaró completamente sorprendido a finales del mes de junio por el interés de la empresa Global 3 en instalar una planta térmica, a la cual se negó rotundamente, a pesar de que los promotores aseguraban haber llegado a un acuerdo con el Consistorio.

Los responsables de los Ayuntamientos de Fuentidueña de Tajo y Morata de Tajuña anunciaron en febrero que no concederían las licencias de obra para construir las respectivas centrales en sus municipios. También Ecologistas en Acción y grupos de vecinos como la Plataforma Sureste Aire Limpio han protestado en repetidas ocasiones contra la instalación de las plantas.