Homs acusa al Gobierno del PP de "amenazar el liderazgo" económico de Cataluña

"Menos flagelarse y más autoestima colectiva". El consejero de Economía, Francesc Homs, quiso desbaratar ayer, nadando entre cifras, la pérdida de liderazgo económico de Cataluña, cuya "recuperación" es un eje central del discurso político de Pasqual Maragall. En una conferencia ante el Círculo Financiero, en La Caixa, Homs sostuvo que el liderazgo se mantiene, aunque lo "amenaza" el poder político central, con ejemplos como el marcaje del Gobierno a las cajas, la fallida OPA de Gas Natural, ahora bajo el "castigo" de desinvertir en Enagas, y la falta de inversión del Estado.

Dos días después del canto de sirena de Maragall a la flor y nata del empresariado catalán, Francesc Homs aprovechó su conferencia de ayer para atacar el programa de inversiones del PSC -"nuestro proyecto invierte hoy el 65% más de lo que prevén los socialistas (2.250 millones de euros al año por parte de la Generalitat)- y para aleccionarle sobre la actitud con la que hay que responder a la "amenaza" del poder central. "Con actitudes poco decididas y sumisas, haciéndonos aún más los simpáticos, no creo que sea el camino para afrontar el futuro", dijo.

Homs cree que el tradicional papel de motor económico de Cataluña en España se tambalea por "riesgos y obstáculos" que asoman desde el frente político, y la discrepancia reside en el diagnóstico, en el que regaló a los oídos empresariales un alud de cifras sobre el peso de la comunidad catalana. Entre ellas, el 28,6% de crecimiento, frente al 28,2% del crecimiento de la economía española en los últimos siete años, según la Fundación de las Cajas de Ahorros Confederadas (Funcas). La apertura de Cataluña al mundo (exporta bienes y servicios por un equivalente del 50% del PIB, frente al 20% de hace 10 años), la descentralización de la producción para equilibrar el territorio, el aumento de la tasa de actividad (el 72%, frente al 63% de 1990) y el ritmo de creación de empresas con empleados (245.000, frente a las 191.000 de hace siete años) formaron también parte de su canto a las excelencias de la economía catalana. En este balance, Homs barrió hacia dentro al elogiar la "estabilidad política" de Cataluña.

La paradoja del discurso-balance de Homs, que sin haberlo planeado contestaba también al contundente documento de la Cámara de Comercio de Barcelona, residió en que, en el fondo, ambos inciden en problemas muy parecidos.

Así, el consejero de Economía y Finanzas se explayó sobre la falta de empresas de gran tamaño, la insuficiente presencia en Cataluña de centros de decisión europeos y estatales, la necesidad de un mayor esfuerzo en formación y en investigación y desarrollo (I+D) y, sobre todo, el clamor por una mayor inversión en infraestructuras energéticas, de transporte y de comunicaciones. "No sabemos cuándo llegará el AVE", se encogió de hombros Homs mientras relataba cómo "se eternizan" las inversiones del Estado en Cataluña.

Impuesto de sucesiones

Esta reflexión fue su punto de partida para trufar una vasta exposición sobre los planes de futuro de CiU con varias diatribas contra el poder central, su modelo económico radial, la "demagogia" con la bajada o supresión de impuestos -y aquí Homs anunció que en la próxima legislatura se propone una revisión del impuesto sobre sucesiones para "bajar la presión fiscal"-, la idea del presidente del Gobierno, José María Aznar, de hacer de Cataluña un reflejo de Florida cuando "tenemos que ser la California de Europa" y, sobre todo, el "excesivo" déficit fiscal. Homs recordó que los catalanes aportan más de cinco billones de pesetas en impuestos, y que sólo se les retornan sólo 3,6 billones. "Nuestra aportación neta supone el 8% del PIB". Por todo ello, reclamó "más poder político".