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El Consorcio calcula que el Plan Integral de Saneamiento del Gran Bilbao costará 520 millones

Inicia la última gran obra en el área metropolitana, una inversión de 9,5 millones

El Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia inicia esta semana las obras del último gran proyecto del Plan Integral de Saneamiento del Gran Bilbao, que empezó a realizarse hace ahora 20 años y terminará en 2005 tras una inversión global de casi 520 millones de euros. La instalación de colectores de saneamiento en la ría del Nervión, en un tramo de 3,7 kilómetros a la altura de Erandio, requerirá 9,5 millones. Ésta es la única área de la metrópoli que todavía deposita sus aguas residuales en la ría. Ahora restan zonas de Basauri, Galdakao, Arrigorriaga y Miraballes.

Al plan de saneamiento del área metropolitana bilbaína le quedan dos años y medio de trabajos, según los cálculos de las autoridades. En 2005, si no hay contratiempos, los 53 municipios que integran el consorcio vizcaíno de aguas tendrán resuelto su saneamiento y cumplirán la directiva europea que obligará a partir de entonces a la recogida y tratamiento de las aguas residuales a todas las localidades de la UE de más de 2.000 habitantes.

Hasta este ejercicio, el Plan Integral -que ha propiciado la lenta recuperación del Nervión y otros ríos que confluyen en él- ha supuesto unas inversiones de 404 millones de euros. En 2003 se prevé un gasto de 49,6 millones, a lo que se unirán otros 41,4 millones en 2004 y 21,9 en 2005. Si se mantienen estas cifras, el monto global de todo el plan rondará los 517 millones de euros, de los que una tercera parte habrán sido financiados por los fondos de cohesión de la Unión Europea. La Administración central, el Gobierno vasco y la Diputación vizcaína aportarán cerca de la mitad del coste y el resto se ha sufragado con los ingresos del consorcio, a través del polémico canon que se cobra desde 1983: los vecinos de los municipios consorciados pagan el doble de la tarifa del agua que les correspondería para financiar el Plan Integral.

El tramo de Erandio

De los proyectos pendientes, el más importante aún sin iniciarse es la instalación de colectores en la zona de Erandio pegada a la ría del Nervión. Esta zona es la única -salvo algunos pequeños tramos de ríos en la Margen Izquierda- del área metropolitana, entre Santurtzi y Bilbao, donde las aguas residuales siguen fluyendo a la ría. La obra recogerá los vertidos de 10.500 habitantes de tres barrio de Erandio.

Estos trabajos -que obligarán a interrupciones parciales de la carretera BI-711 que conecta Bilbao y Getxo junto a la ría- se prolongarán durante los próximos dos años, con lo que casi coincidirán con la conclusión del Plan Integral de Saneamiento. Actualmente, cerca de 870.000 personas están conectadas a las redes de saneamiento construidas desde 1983. Los colectores han llegado a Etxebarri y al 80% de la población de Basauri, que verá completadas las instalaciones para la próxima primavera.

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Para este ejercicio, está previsto que las redes de tuberías de saneamiento beneficien a casi 18.000 vecinos de Etxebarri, Urduliz, Mungia y Güeñes. En 2004 se incorporarán casi 80.000 habitantes de Galdakao y de zonas de la Margen Izquierda, como áreas concretas de Sestao y Ortuella. Para 2005 se prevé que el saneamiento se extienda a 25.000 vecinos más, la mayoría de los municipios de Arrigorriaga y Miraballes.

Con ello, los responsables del consorcio vizcaíno de aguas calculan que llegarán a más de 985.000 vecinos, el 97% de la población de los 53 municipios que integran la entidad de aguas. Sólo se quedarían sin servicio 26.000 habitantes.

Pero la intención es incluir a más de la mitad de estos vecinos para que únicamente queden sin saneamiento alrededor de 11.000 habitantes de núcleos aislados. "En 2005 quedaría recogido el 99% del ámbito del consorcio", señaló uno de los responsables de la entidad en una reciente asamblea.

El consorcio tiene que impulsar además la construcción de una nueva depuradora en Leioa, que complemente a la de Galindo, la mayor de Euskadi, que es la pieza angular de todo el plan de saneamiento. Sólo en la instalación de Galindo se han gastado desde 1991, cuando empezó a funcionar, más de 120 millones de euros. Esta planta tiene seis líneas de funcionamiento y es la causante de que agua fangosa generada por el millón de habitantes del área metropolitana salga más cristalina tras un proceso que suele durar 20 horas. La de Lamiako pretende recoger los desechos de 205.000 habitantes de la Margen Derecha y el coste se calcula en 72 millones.

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