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Abucheos a Trillo en la llegada a Rota de las tropas enviadas a Irak

El ministro tornó los pitidos en aplausos cuando elogió a los soldados

Unos 2.000 familiares de los 550 tripulantes del buque de asalto anfibio Galicia y de los 200 de la fragata Reina Sofía recibieron ayer con una sonora pitada y abucheos al ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, a su llegada a la base naval de Rota (Cádiz), donde presidió el acto de recepción de la unidad conjunta de las Fuerzas Armadas desplazada durante cuatro meses en misión humanitaria al puerto iraquí de Um Qasr.

Con esta protesta, que apenas duró un minuto, los familiares de los soldados y marineros expresaron su malestar por los retrasos en la llegada del Galicia, que estaba prevista para el pasado jueves y fue aplazada en dos ocasiones.

Agentes de la Policía Naval arrebataron por la fuerza a dos jóvenes una pancarta con la expresión: "No a la guerra, que es mu perra". Algunos familiares portaban también pegatinas contrarias al conflicto de Irak, mientras que otros exhibían pancartas saludando la llegada "por fin" de sus seres queridos.

Con todo, el ministro tuvo la habilidad de tornar los silbidos en aplausos cuando, en su alocución, dedicó elogios a los militares y a sus "sufridas" familias, "por su esfuerzo, abnegación y el apoyo incondicional que les habéis prestado". El mayor aplauso lo provocó al encomendar al jefe de la unidad conjunta, el contralmirante Juan Moreno Susanna, que le presente un informe con "una amplia propuesta de condecoraciones para los oficiales, suboficiales, soldados y marineros de esta misión". Según recordó Trillo-Figueroa, la unidad española ha realizado 5.238 intervenciones médicas y ha distribuido 152 toneladas de alimentos.

El acto de recepción del Galicia no tuvo nada que ver con su partida. El buque zarpó el pasado 20 de marzo, coincidiendo con el inicio de la guerra, sin que entonces acudiera el ministro ni se permitiera el acceso de los medios de comunicación a la base.

Sin embargo, la protesta de ayer estuvo provocada por el largo viaje de regreso del Galicia, que abandonó el pasado 21 de junio el puerto de Um Qasr.

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Varios militares y sus parientes aseguraron que los sucesivos retrasos fueron "provocados intencionadamente" para hacer coincidir la llegada del buque con el acto de imposición de condecoraciones a los participantes en la interceptación del buque norcoreano So-San, cargado con misiles Scud, a finales del pasado año en el Océano Índico.

Fuentes de la Armada aseguraron que la tardanza en llegar a puerto se debió a la avería de uno de los motores del Galicia. "Es cierto que venía averiado, pero podía haber llegado el sábado y han preferido jugar con nuestras vidas para que el ministro los recibiera personalmente", se quejó la esposa de un militar.

Trillo-Figueroa, que ayer no hizo declaraciones, negó el pasado viernes que el regreso del buque se demorase para hacerlo coincidir con este acto.

Un militar del buque <i>Galicia</i> besa a su pareja a su llegada a Rota.
Un militar del buque Galicia besa a su pareja a su llegada a Rota.JARO MUÑOZ

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