La empresa rusa Yukos denuncia abusos de la Fiscalía
Las tímidas gestiones realizadas por la patronal y los políticos liberales ante el presidente de Rusia, Vladímir Putin, no han dado resultado y la pugna entre Yukos (la segunda petrolera del país) y la Fiscalía General del Estado subió ayer de tono, cuando los abogados de la compañía declararon que acudirán a los tribunales para denunciar los abusos que, según ellos, se cometieron durante un registro de los archivos de la empresa que se prolongó hasta la madrugada del sábado.
En una rueda de prensa ayer en Moscú, los abogados de Yukos, Albert Mkrtychev y Dimitri Gololóbov, denunciaron hasta 10 supuestas irregularidades en el registro, que comenzó a mediodía del viernes y concluyó después de las cinco de la mañana del día siguiente. Los abogados afirmaron que los funcionarios de la fiscalía y del Servicio Federal de Seguridad, que llevaron a cabo la operación, no mostraron una orden de arresto, no detallaron las propiedades confiscadas, no aseguraron la presencia continua de testigos, utilizaron a éstos como ayudantes en el registro, confiscaron un servidor de Internet de una organización no relacionada con la investigación en marcha y no indicaron ni qué documentos ni qué organizaciones estaban sometidas al registro. La acción de la fiscalía concluyó con la confiscación de entre 20 y 30 discos duros, videocasetes, audiocasetes, material antiincendios y aparatos de los servicios de seguridad de Yukos, entre ellos dos pistolas, que según los abogados son de juguete y según la fiscalía son de verdad. En representación de esta institución, la funcionaria Natalia Vishniakova manifestó que durante el registro se habían encontrado no sólo las pistolas, sino también instrumentos de escucha y vigilancia. Según los abogados de Yukos, los funcionarios de la fiscalía incautaron aparatos de los servicios de vigilancia de la empresa.
Transgresiones intencionadas
A juzgar por lo variopinto de los materiales confiscados, las acciones de la fiscalía parecen ir mucho más allá de las supuestas irregularidades sucedidas en 1994 en torno a la compra de la empresa Apatiti, un tema por el que ha sido encarcelado Platón Lébedev, uno de los principales accionistas de Yukos. "Las transgresiones se cometieron de forma intencionada, como para demostrar que los órganos de seguridad pueden hacer un registro cuando quieren y como quieren", manifestó el abogado Gololóbov. "Ningún jurista normal puede en esta situación excluir futuras detenciones entre los dirigentes de la compañía. Tampoco podemos excluir nuevos registros en la sede de la compañía", manifestó Gololóbov.
Citando fuentes de Yukos, el periódico Kommersant informaba ayer de que esta empresa contempla la intervención de Lord Jacob Rothschild si los ejecutivos de la compañía son privados de la posibilidad de dirigirla. Rothschild, conjuntamente con el ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger, es cofundador de la Fundación Rusia Abierta, uno de los proyectos sociales de Yukos.
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