Pla pide una "auditoría extraordinaria" de las arcas de la Generalitat

La austeridad que pregona el nuevo portavoz del Consell, el aplazamientos de obras previstas o la reducción de conciertos con clínicas privadas son señales inequívocas que apunta en una sóla dirección, la difícil situación financiera de la Generalitat. Joan Ignasi Pla, máximo responsable del PSPV, clausuró ayer en Valencia una convención de cargos municipales del partido en la que pidió "una auditoría extraordinaria" de las arcas de la Administración autonómica a la vista de las primeras decisiones adoptadas por varios consejeros ante el "silencio" de Francisco Camps.

Alcaldes y concejales socialistas se congregaron ayer en Valencia para fijar estrategias comunes a partir del próximo inicio de curso, una vez agotado "el tiempo de cortesía" que Pla insistió en conceder, en primer lugar, al nuevo Consell. El secretario general del PSPV admitió que Camps "ha hecho gestos" desde que llegó al cargo y reiteró que "en septiembre" renovará su oferta para establecer "un espacio de diálogo" al nuevo presidente de la Generalitat.

Pero no dejó de apuntar algunos "silencios clamorosos" que ya han retumbado en los muros del Palau. Pla citó en primer lugar el modelo industrial "quebrado" que el PP "ha impuesto" a los valencianos en los últimos años y reclamó "un plan urgente para impulsar la industria". "No queremos sólo turismo", sentenció. Y deslizó que si el Consell no agiliza la elaboración de propuestas para evitar la quiebra de la industria valenciano los socialistas se anticiparán.

En segundo lugar, Pla afirmó: "Este gobierno está hipotecado". Las primeras decisiones de "muchos consejeros, lo evidencian", siguió. "Pido una auditoría extraordinaria" de la situación financiera de la Generalitat con carácter inmediato que podría elaborar la Sindicatura de Comptes en colaboración con cualquier otra entidad para "conocer" el calibre real de las obligaciones de pago, reconocidas o no, que pesan sobre la capacidad de maniobra del nuevo Consell.

La incertidumbre que pesa sobre servicios públicos básicos, entre los que citó la sanidad o la seguridad, o sobre el suministro de electricidad exigen acciones, o al menos palabras, del presidente de la Generalitat. "No puede estar callado", dijo Pla.

El secretario general del PSPV retomó el carácter municipal de la convención para recordar que el PP "tiene una cuenta pendiente con los ayuntamientos" desde que firmó el Pacto Local, que "no ha cumplido nunca". Y arremetión contra la "abulia" y la "desidia" que imperan en la Federación Valenciana de Municipios y Provincias en manos del PP. "No estamos dispuestos a soportarlo", aseguró. Minutos antes, los ediles socialistas habían sugerido la posibilidad de abandonar la federación y establecer foros alternativos porque "no aporta soluciones" ni es "reivindicativa".