Paso elevado sobre la M-30

Desde hace unos días, el Ayuntamiento de Madrid ha decidido quitar el antiguo paso elevado situado sobre la M-30 a la altura del paseo Virgen del Puerto. Nada extraño, ya que se acaba de inaugurar un puente modernista muy cerca del antiguo.

Todo parecería normal si no fuera porque los responsables del diseño de la operación cortan el tráfico en la M-30 a la altura del estadio Vicente Calderón a partir de las 23.30, dejando como única salida a camiones, coches y servicios de urgencia, la parte más estrecha del citado paseo Virgen del Puerto durante escasamente unos metros para hacerles volver por otra calle al sitio de donde venían.

Como se podrá imaginar, los conductores sorprendidos por el monumental atasco aligeran su enfado tocando el claxon sin importarles el bienestar de los vecinos. Ni a ellos ni a la Policía Municipal, que, siguiendo instrucciones de sus inteligentes superiores, repiten una y otra vez el mismo error.

Da igual la nueva ley sobre el ruido que limita los decibelios sobre todo por la noche y da igual, porque a este Ayuntamiento parece no importarle el bienestar de los vecinos acostumbrados a un ruido altísimo procedente de la M-30, que cuando decide hacer peatonal una parte noble de Madrid y enterrar la M-30 desarrolla planes para enterrarla por la zona donde no viven vecinos.

Curiosa entrada de este nuevo equipo, que se luce con planes bonitos, pero sin pensar en el ruido que soportan algunos ciudadanos y repite decisiones de corte de tráfico nocturno sin pensar en los vecinos.

Por supuesto, llamamos al 092 para denunciar la situación, pero comunica continuamente. Éstos son los servicios que nos prometen. Luego hacen leyes que no cumplen, pero se encargan de mentir cuando tienen que informar sobre indicadores de ruido a las instituciones europeas. Escribo estas líneas mientras oigo el incesante sonar de las diferentes bocinas.